[TV] Cosas de series; comedia y crítica social en menos de media hora

Televisión

Hoy traigo un mixto de acción real y animación. Hay dos géneros importantes en la ficción en serie que comparten objetivos en muchas ocasiones. Aunque no es infrecuente que sean minusvalorados por el espectador como géneros menores, frente a las series dramáticas con episodios próximos a la hora de duración. Estoy hablando de la comedia de situación y de la animación para adultos. La animación sigue viéndose por gran parte de la sociedad como un género menor, o como algo para niños y adolescentes. Lo cual es paradójico por la existencia de series de animación adultas, con mala baba, muy irreverentes en ocasiones, desde hace décadas. Y hace tiempo que la comedia de situación dejó de ser el relleno amable, de carácter familiar o romántico, para ser un género más incisivo, independientemente de que mantenga o no la amabilidad con la que nació. Veamos por lo tanto tres ejemplos, muy interesantes, de series con miga, que nos transmiten su mensaje cotidiano en dosis de no más de 20 a 30 minutos.

Cuando me enteré que volvía Futurama, me vi inundado por sentimientos realmente contradictorios. Es una de mis series de animación favoritas de toda la historia. Heredera del espíritu de The Simpsons, con Matt Groening como creador de la serie, o al frente del equipo de creativos, encandiló inmediatamente a ese grupo de gente que tiene un lado friqui, al mezclar la crítica social con la ciencia ficción, y dosis de humor, ironía y mala baba por arrobas. Hulu la ha traído de vuelta al mundo de las plataformas de contenidos, en España retransmitida desde Disney+. Pero la serie ya tuvo sus momentos de esplendor y cierta decadencia durante la primera década del siglo XXI y los primeros años de la segunda. Decadencia que no vino del hecho de que se convirtiese en un mala serie, sino de la dificultad de mantener la originalidad de las tramas y el agotamiento natural en el espectador. A veces, las series no saben echar el cierre a tiempo. Entonces, ¿en la nueva temporada? La undécima temporada según IMDb, la octava según Wikipedia, la décima según otras fuentes,… es difícil saber cuando y cómo termina una temporada, o se debe considerar que es una primera parte o una segunda parte de una temporada,… pues esta primera mitad de la temporada 2023-2024… quizá,… ha estado muy bien. No sé si para conseguir una éxito arrasador y multitudinario, pero sí para satisfacer y contentar más que suficiente a sus incondicionales, entre los que me encuentro. Con actualizaciones de temas, mi favorito probablemente es el último de la temporada o semitemporada en el que se explora el concepto del universo como simulación, habrá encantado especialmente al sector más friqui de sus partidarios. Y así,… ya tengo de que ven la próxima temporada… o la segunda parte de la temporada… o, simplemente, los nuevos episodios. En fin… Hulu la considera la undécima temporada.

Y claro… obligado a hablar de Disenchantment, de las aventuras de la princesa Tiabeanie Mariabeanie de la Rochambeau Grunkwitz, rebelde y propensa al alcoholismo, más conocida como Bean, y de sus fieles amigos y aliados, el medio elfo Elfo y su demonio personal Luci. Serie que surge también de la factoría de Groening, como serie original de Netflix, y que comparte elementos con las mencionadas, nunca ha gozado del mismo nivel de popularidad. Sin embargo, esta serie, que no deja de tener un tono y elementos melancólicos a la hora de poner en solfa al género humano a través de estas aventuras mágico-medievales, con toques de steampunk, ha ido creciendo en cariño en el ánimo de muchos de sus fieles entre los que me encuentro. Ha sido una serie de desarrollo lento. Una auténtica aventura de corte tradicional en el fondo, en la que el héroe, la heroína en este caso, pasa de ser pasota a encontrar una redención para sí misma, y para redimir a su propio reino y a sus gentes de los males que los azotan. No difiere en el fondo tanto de Luke Skywalker, de Frodo o de tantos héroes de aventuras más o menos fantásticas. Pero ese sí, con la mala baba marca de la casa. No me calentaré mucho los cascos sobre si ha terminado tras cinco temporadas de diez episodios, o si lo ha hecho tras tres temporadas, las dos primeras divididas en dos partes de diez episodios y la última sólo de una parte de diez episodios. ¡Qué calvario! La cuestión es que me lo he pasado bien y echaré de menos a la princesa Tiabeanie Mariabeanie de la Rochambeau Grunkwitz y a sus amigos y enemigos.

Y en un cambio brusco de género, en los últimos tiempos me he merendado, a buen ritmo, porque es muy divertida, la comedia de situación canadiense Kim’s Convenience. Episodios cortitos, episódicos, aunque haya algunos arcos argumentales de largo recorrido, nos habla de la familia Kim, formada por un matrimonio de coreanos (Paul Sun-Hyung Lee y Jean Yoon) que inmigraron en su momento de su Corea del Sur natal buscando una mejor vida. Poseen y regentan un tienda de conveniencia en Toronto, popular entre sus vecinos, y son fieles de una parroquia protestante del barrio. Y están sus dos hijos de veintitantos años. Jung (Simu Liu), que arrastra las consecuencias de haber tenido una adolescencia díscola, con paso por algún centro de reforma, y que se gana la vida en una agencia de alquiler de coches. Y la menor, Janet (Andrea Bang), más responsable, algo cuadriculada para su vocación artista de fotógrafa. La serie es una derivada de una obra de teatro del mismo título, que gozó de éxito y popularidad. Los dos intérpretes que interpretan al matrimonio protagonista ya lo hicieron en la obra de teatro. Los hijos no, lógico por el mayor cambio que se produce en una persona en su veintena, que hace que quien hizo el papel en 2011 sea difícil que lo haga casi una década más tarde. En cualquier caso, es una serie amable, en la tradición de la comedia de situación familiar, pero que no elude los temas trascendentes de la integración de las familias inmigrantes en su sociedad de acogida. Constantemente surge el contraste entre los padres, que ni siquiera han conseguido dominar totalmente la gramática del inglés, el hijo mayor que representa las dificultades de adaptación de la primera generación, y la hija menor en la que predomina la cultura y los modos de la sociedad canadiense.

Las primeras temporadas son brillantes, debiendo también en gran medida su dinamismo a los personajes secundarios, fijos o recurrentes, que sirven con frecuencia para encender la chispa que resulta en las vergonzosas situaciones en las que los cuatro miembros de la familia se ven metidos ellos solos, las más de las veces. Los intérpretes no son muy conocidos. Jean Yoon, por lo que he visto, ha aparecido en personajes recurrentes o esporádico, pero secundarios, en una diversidad de películas y series. Lo mismo Paul Sun-Hyung Lee, aunque es una presencia popular en las últimas series del universo Star wars, interpretando a un veterano piloto rebelde. Perso se han fogueado abundantemente en el teatro, y tienen mucho oficio. Sólo le puedo poner un pero a la serie… siguió abriendo melones argumentales hasta su última quinta y última temporada… y luego los dejó totalmente en el aire. Irresueltos de una forma que nos habla de que en la mente de alguien se imaginaba una mayor duración y progresión de la serie. Por ejemplo, introduciendo el tema de la diversidad sexual y afectiva, hasta ese momento poco tratada en la serie. O la progresión de la enfermedad crónica de uno de los miembros de la familia. Indudablemente, Janet es el personaje peor resuelto en los momentos finales de la serie. Pero está muy bien. Muy bien. Por ello, dedico las fotografías de la entrada a la ciudad de Toronto, donde transcurre la serie.

[Libro] Tren Bala – Kōtarō Isaka

Literatura

Este libro llegó a mí de casualidad a través de una oferta enooooorme en formato electrónico. Una intriga de mafias y asesinos a sueldo por una especialista del género japonés, Kōtarō Isaka, que ha alcanzado cierta fama recientemente porque fue adaptada al cine con un reparto más o menos de campanillas, y que yo no vi. Porque no me interesó. De hecho, después de leer la novela, durante mis vacaciones en Italia, el sábado después de regresar del viaje, intenté ver la película,… y no pude pasar de los primeros 15 minutos.

El caso es que la novela no está mal. A mí me entretuvo. Su título original en japonés es María Beetle [マリアビートル], y en algún país de habla inglesa la novela ha mantenido ese título. Aunque en la mayo parte de los casos, película incluida, se ha optado por el título que hace referencia al apelativo que reciben los trenes de alta velocidad japonesa, que los nipones denominan shinkansen [新幹線], cuyo significado literal es nueva línea troncal. Aunque no sé hasta cuando será nueva, teniendo en cuenta que ya llevan circulando 59 años. Y es que la acción de la novela transcurre de forma casi integral en el interior de un Hayate [はやて], un tipo de servicio con pocas paradas, entre Tokio y Aomori en la línea Tōhoku, la que recorre el norte y nordeste de la isla de Honsu. O recorría, porque ahora esa denominación comercial creo que sólo se aplica a los trenes que unen Morioka y Aomori con Sapporo.

En uno de estos trenes, sorprendentemente medio vacío, ignorantes unos de otros, viaja una serie de asesinos a sueldo y sicarios de la yakuza, todos con misiones relacionadas entre sí, aunque ellos no lo saben. El personaje principal es un asesino a sueldo que se caracteriza por ser gafe, atraer la mala suerte. Su misión es sencilla. Subir al tren en Tokio, robar una maleta, y bajarse en la siguiente estación. Pero la fatalidad actuará y no podrá bajar del tren hasta su destino en Aomori. En ese trayecto, muchos encuentros, más o menos violentos, sucederán. Y no todos los viajeros llegarán a su destino. Vivos.

Entre la novela de acción y la comedia, humor negro, principalmente, estamos ante un producto de puro entretenimiento. No se un género que me vaya mucho. Pero reconozco que es una novela bastante entretenida, aunque no todas las situaciones y las subtramas tengan el mismo interés. Juega con el nada es lo que parece, y nadie es quien parece ser, y en general sale adelante con algo más que dignidad. No me veo leyendo más novelas de Isaka, pero ha estado bien la experiencia. En los cinco primeros minutos de la película, hacen volar por los aires el espíritu del libro y lo que lo hace interesante. Aparte del absurdo de poner a un grupo de asesinos no japoneses en un tren japonés.

Este tren lo cogimos en Kyoto para ir a Hiroshima. Por lo que sería un «Hikari». «Luz»

[Viajes] En el País Vasco con película en blanco y negro (1)

Viajes

Primera tanda de fotografías realizadas sobre película fotográfica para negativos en blanco y negro. Durante este viaje, por cuestiones de disponibilidad de mi película preferida para viajar, he utilizado dos tipos de material sensible. Por ello, haré dos entradas con fotografías en blanco y negro de esta escapada de menos de una semana de duración. Los detalles técnicos de las fotografías de hoy los podéis leer en En San Sebastián y alrededores con película en blanco y negro (1) – Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super. Las fotografías corresponden a San Sebastián, Fuenterrabía y Hendaya, esta últimas localidad en el País Vasco francés.

[Recomendaciones semanales] Unas poquitas recomendaciones variadas, muy variadas

Fotografía

Hoy traigo cuatro recomendaciones. En una semana en la que he estado muy ocupado, demasiado ocupado, no he tenido ocasión de fijarme mucho en la actualidad fotográfica o en el repaso de los fotógrafos clásico o ya establecidos. Y además vengo con un cierto grado de frustración. Cuando adquirí mi Canon EOS RP aspiraba a usar con ella, a través de un adaptador, uno de los objetivos más nítidos y estupendos que tengo, el Leica Summicron 35 mm f2 ASPH. Pero no va. La geometría de esta lente no se adapta bien a las cámaras digitales, salvo que incorporen en su firmware las correcciones oportunas, es decir las cámaras Leica. Salvo utilizada con aperturas muy cerradas,… los artefactos que introduce en la imagen la pueden arruinar. Usada con película fotográfica es imbatible. Y cuando se puede usar con la digital, no encuentro otra con mayor claridad, contraste y nitidez. Qué pena. Las fotos que muestro son de ayer, algunas muestran los problemas, otras no.

Con el Summicron ASPH

Miyako Ishiuchi es una fotógrafa japonesa,… muy japonesa. Con ese estilo de los fotógrafos de la revista Provoke, a finales de los años 60 del siglo XX y principios de los 70, que usaban la película en blanco y negro para obtener imágenes muy contrastadas, con un grano, una estructura muy marcados, con encuadres poco convencionales, muy expresivas. Con una diferencia, la inmensa mayoría de aquellos fotógrafos eran hombres e Ishiuchi es mujer, con una sensibilidad propia. Desde hace unos años, su estilo cambió, optó por el color, por fotografías más limpias, más introspección. Muy reconocida actualmente, su obra está en colecciones de prestigiosos museos en todo el mundo. Nos lo contaron en Blind Magazine. Yo vi algunas de sus fotos cuando visité Hiroshima, en el museo que recuerda el bombardeo atómico, a propósito de una de sus series sobre este nefasto suceso.

Más de una vez he puesto de manifiesto mi frustración para acercarme al collage de forma mínimamente convincente, poniéndose así de manifiesto las enormes limitaciones de mi creatividad artística. Pero me siento atraído a este género en muchas ocasiones, al menos como espectador. Por ello dediqué un rato al trabajo de Deborah Turbeville, una fotógrafa de moda, considerada muy vanguardista. A mí me parece que en los años 70 y 80 actualizó los estilos prevalentes 50 años atrás, en la época delas vanguardias, que es algo distinto. Aunque a mí ya me vale. Nos lo contaron en Creative Boom. Ya falleció hace unos diez años.

En American Suburb X nos mostraron esta semana un trabajo reciente de Anne Lass, que creo que ya he traído en alguna ocasión a estas páginas. Aunque no encuentro la referencia. Igual no (al final, a posteriori, algo he encontrado). La fotógrafa se introduce en lugares donde la mayor parte de las gentes no se introduce. Espacios clandestinos, de «mala nota». Burdeles, salas de juego ilegales, clubs «para hombres», en las que Lass encuentra una particular estética fotográfica entre el kitsch y la abstracción, con toques retro, por no decir camp. No sé si lo estoy explicando bien. Mejor que lo veáis vosotros mismos.

Hay dos tipos de sitios web o vídeos en Youtube que soy reacio a visitar. O por lo menos a hacerlo de forma frecuente o sistemática. Los de las marcas fotográficas o las tiendas que venden los aparatos, y los de los «embajadores» de las marcas. Es que te mienten. O en el mejor de los casos, no te dicen toda la verdad. Tienen unos intereses creados tan manifiestos, que cantan mucho. En el caso de los «embajadores» no quiere decir que sean malos fotógrafos, o que eventualmente no cuenten cosas interesantes… pero no te puedes fiar. Sin embargo, esta semana en PetaPixel nos hablaron de una embajadora de un conocida marca de chismes fotográficos, Michelle Valberg, canadiense ella, y me gustó mucho su estilo de fotografía animal. Mucho. Por supuesto, la conversación en el artículo deriva hacia los chismes en lugar de hacia las fotografías. Que lo mismo que se hicieron con chismes de la marca que representa, se pudieron haber hecho con otras, por lo que el chisme importa sólo hasta cierto punto.

[Cine] Past Lives (2023)

Cine

Past Lives (2023; 62/20231105)

Creo que el comentario de esta película va a ser uno de los más difíciles que he escrito en los últimos tiempos. No sé cómo me va a quedar, cuando un comentario me resulta complejo, siempre tengo la sensación de que me queda confuso. Quizá por ello intente ser breve, aunque no sé si lo conseguiré. Estamos ante la ópera prima de Celine Song, una dramaturga relativamente joven, pero con experiencia en los escenarios. Y cuando digo ópera prima, en esta ocasión lo es de forma absoluta, porque ni siquiera tiene en su currículum el fogueo en la realización de cortometrajes que presentan en sus currículos muchos directores cuando lanzan su primer largometraje. En esta ocasión, un primer largometraje con abundancia de elementos autobiográficos, aunque la directora ha dejado claro que la historia que cuenta es ficción basada en sucesos de su propia biografía.

Un niña de 12 años (Moon Seung-ah) se separa de su más que mejor amigo (Leem Seung-min) cuando su familia, una familia de artistas y autores, emigra a Canadá en busca de oportunidades. Recién acabada la universidad, a través de las redes sociales, ya una joven adulta (Greta Lee), vuelve a retomar contacto a distancia con el niño que ya no es un niño (Teo Yoo). Pero tras un tiempo de intercambios, estos cesan. Ya una mujer casada y establecida en Nueva York, dramaturga casada con un escritor (John Magaro), recibe la noticia de que su antiguo amor infantil va a visitar la Gran Manzana y deciden encontrarse. Lo que hará que salga a la superficie muchos sentimientos, sobre lo que fueron y sobre lo que son.

La circunstancia que motivó a Celine Song a plantearse esté proyecto es la escena inicial de la película. Un momento en un bar, una conversión entre tres personas, de los que sólo una ella, podía hablar con fluidez los idiomas de sus compañeros masculinos, el ingles y el coreano. A partir de ahí nos presenta una profunda historia a lo largo de más 20 años sobre la evolución de las personas y los sentimientos, y lo hace con maestría absoluta. Una putada para esta chica haber debutado de una forma tan absolutamente brillante; lo difícil que le va a resultar mantener el nivel a partir de ahora. Maestría a la hora de escribir y narrar la historia, ahí influye que no obviamente no es una escritora novel. Pero maestría a la hora de filmar, de dirigir la cámara, de buscar los encuadres, las localizaciones, de marcar el ritmo de la película, de gestionar las elipsis, de dirigir a los actores. Si a eso sumas una dirección de fotografía (Shabier Kirchner) de un enorme nivel, película rodada sobre película cinematográfica, Kodak Vision 3 500T forzada un paso o dos, para una imagen orgánica, granulosa y muy viva, y una banda sonora (Christopher Bear y Daniel Rossen) que encaja como una guante, la película, en su realización, prácticamente encaja a la perfección.

En otro orden de cosas, los intérpretes lo bordan. Personajes reales. Una auténtica reivindicación sin falsedades de una mujer fuerte, decidida lo que quiere en la vida, ganar el Nobel (12 años), ganar el Pulitzer (24 años), ganar un Tony (32 años), lo de menos es el nombre del premio, su objetivo es ser buena en lo que hace y para ello toma las decisiones que considera oportuna y gestiona sus cambios, moviéndose hacia adelante. Perfecta en esto Grace Park. Y en acompañándola en distintos momentos de su vida dos hombres muy alejados del macho alfa predominante en el mundo del cine. Inseguros, temerosos del cambio. O incapaz de seguir a la chica/mujer, o con miedo a no ser capaz. Fenomenal también los compañeros masculinos de reparto.

Y si bien todos los comentarios hacen hincapié en la historia de amor y desamor, la película es mucho más que eso. La película nos habla de las culturas y de los choques entre culturas. Nos habla de cuestiones de identidad personal, pero sin victimismos, asumiendo lo que eres y lo que quieres ser, adaptándose a lo que necesitas en función de donde quieres llegar. Y es una película profundamente feminista, sin aparentarlo, simplemente porque nos presenta la capacidad de una chica, de una mujer ,para tomar sus propias decisiones y seguir adelante. Es cierto, cabe la reflexión… ¿qué porcentaje de jóvenes en su misma situaciones pueden alcanzar sus mismos niveles de éxito? ¿Cuántas se quedan por el camino no importe la proactividad que manifiesten? ¿En qué medida no hay una elegía encubierta del mito del sueño americano de que cada cual puede ser lo que quiera ser si se esfuerza lo suficiente? Lo cual es esencialmente falso en un país, Estados Unidos, en el que la movilidad en la escala social es muy inferior al de otros países desarrollados. Este punto es el que le quita la estrella de obra maestra en mi valoración subjetiva global. Pero sin duda, entiendo que algunos hablen de ella como la mejor película del año. Puede. No creo que alcance un éxito total en la temporada de premios, aunque algunas cosas se llevará. Pero hay nombres más rimbombantes con propuestas interesantes este año. Pero oye,… es de A24, y fíjate lo que pasó el año pasado con aquello pasaba todo a la vez y en todas partes… ¿Dos años consecutivos de triunfos por parte de un asiaticoamericano? Difícil. Pero si sucediese, yo no me rasgaría las vestiduras. Me daría por contento.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; misterios policiales, romances y relaciones familiares

Televisión

Aunque hay algunas series surcoreanas que se estrenan completas, todos sus episodios a la vez, en Netflix, lo más habitual es que las series distribuidas por Netflix en exclusiva, pero no producidas por la plataforma aunque lleven su sello, se estrenen al ritmo del país de origen. Un par de episodios a la semana, en días consecutivos. Por ejemplo, sábado y domingo. O miércoles y jueves. Lo que sea. Por lo tanto, se da que se acumula el final de las mismas en algunas fechas. Es lo que ha pasado con dos de ellas. La otra, es una serie que me salté en su momento, pero que ante las buenas críticas, he recuperado.

Hipage [힙하게, algo así como en la cadera o a propósito de la cadera], internacionalmente Behind your touch, o en castellano Con tacto especial, es una comedia romántica con misterio policial. Los protagonistas son una joven veterinaria (Han Ji-min) que se hace cargo de la clínica de su abuelo en una pequeña ciudad de provincias, y un policía (Lee Min-ki) que es destinado a la misma ciudad tras meter la pata en un caso estando destinado en una unidad de prestigio en Seúl. Durante una tormenta, mientras exploraba a una vaca en sus ancas, la chica adquiere la capacidad de ver el pasado de las personas cuando les toca en sus glúteos (de ahí lo de la cadera del título). Y aunque ambos se llevan mal, colaborarán para descubrir a un asesino en serie. Por supuesto, acabarán desarrollando una tensión romántica no resuelta, Aunque hay otro cateto, un sospechoso (Kim Jun-Myon), que conforma el típico triángulo junto la hipotenusa el cateto mencionados. Predominantemente comedia, tiene algún momento dramático, es entretenida, pero sin más. Un producto de consumo fácil y olvido más fácil todavía, que se salva por la gracia y la empatía con sus personajes y el razonable buen hacer de sus intérpretes. Una de las cuestiones más graciosas es una metedura de pata, no sé si en el guion original o en la traducción al inglés/castellano; denominan a los poderes de la chica y otros psicometría. La psicometría es la rama de la psicología que estudia las variables de la psique humana usando elementos de medida como tests y pruebas que usan valores cuantitativos para describir estas variables. Algo de lo más prosaico y muy poco extraordinario.

I yeon-aeneun bulgahangnyeok [이 연애는 불가항력, este amor es una irresistible], internacionalmente Destined with you, en castellano Un amor predestinado, es una comedia romántica. También con un peligroso criminal de por medio. Y algo de fantasía. Una funcionaria de parques y jardines de una ficticia ciudad (Jo Bo-ah) y un abogado que deja su bufete para trabajar en el ayuntamiento (Kim Ro Woon) acaban en un romance que parece originario por una poción mágica contenida en un viejo libro de conjuros, elaborado por la chica para enamorar a otro funcionario de alto nivel del mismo ayuntamiento. Y así, entre enredos, misterios criminales, vengativas exnovias y corrupciones políticas y empresariales se desarrolla serie. Un poco lo mismo que la anterior. Es entretenida, predomina la comedia sobre el drama y el misterio, y también se salva, como la mayor parte de estas series, por la simpatía de los personajes y el razonable buen hacer de los intérpretes que participan.

En su momento dejé pasar esta serie; estaba muy liado entonces. Pero es la que tiene una valoración más alta y está más reconocida por la crítica, entre las series de 2023. Así que me apunté a ver Nappeun-eomma[나쁜엄마, mala madre], conocida internacionalmente como The Good bad mother, o en castellano, La buena mala madre. Aunque tiene algunos elementos de comedia, esta serie habría calificarla más bien de drama. El padre y esposo de los protagonistas es asesinado por unos intereses derivados de la corrupción política y su relación con organizaciones criminales. La mujer (Ra Mi-ran) sale adelante con su granja de cerdos; el hijo (Lee Do-hyun), nacido de forma póstuma a la muerte del marido, es criado de forma muy estricta, para que llegue a ser un abogado, a ser posible un fiscal, importante. Y lo consigue pese a las dificultades. Para acabar mezclado él mismo en asuntos turbios de corrupción, hasta que sufre un accidente que lo deja amnésico y discapacitado, volviendo al pueblo con su madre. Entre medias, está su relación con su amiga de toda la vida (Ahn Eun-Jin), nacieron a la vez, relación amorosa que terminó bruscamente. Ahora la joven, madre de dos mellizos, vuelve al pueblo con su familia también, después de una serie de eventos desafortunados. Y a partir de ahí, hay que reconstruir la vida de todos y descubrir qué es lo que pasó en realidad en el pasado. Esta serie, de 14 episodios en lugar de 16 como las anteriores, tiene más enjundia. E interpretaciones más profundas. No deja de ser un producto eminentemente televisivo, pero con más enjundia. Y con buenas interpretaciones. La chica hacía un secundario en una de mis series surcoreanas favoritas que era de mis favoritos. Y aquí sigue haciéndolo bien y siendo encantadora.

[Cine] Kimitachi wa Dō Ikiru ka [君たちはどう生きるか] (El chico y la garza) (2023)

Cine

Kimitachi wa Dō Ikiru ka [君たちはどう生きるか] (2023; 61/20231029)

Hace ya años que se anunció la que iba a ser la última película de Hayao Miyazaki, que se estrenó en 2013, y que a mí me gustó mucho, aunque comúnmente no se incluye entre sus grandes obras. Pero cuando un director está lúcido, «todavía» tiene 82 años, y en forma, y le quedan cosas que contar… pues a ello. Afortunadamente. Así que, con ilusión, en una matinal de domingo hace ya 10 días, nos fuimos a ver esta película, cuyo título original es una pregunta, ¿Cómo vives?, un homenaje a un libro de un autor japonés de 1937 que aparece en alguna secuencia. El título en inglés/español… no me convence. La garza es un personaje totalmente instrumental, secundario. Un macguffin destinado a introducir al protagonista en el camino del héroe que toda aventura desarrolla. La peripecia que le lleva a cambiar el mundo, o bien su mundo, o bien a sí mismo.

Y nuestro héroe particular es Mahito, un chaval de 12 años que, en tiempos de guerra, queda huérfano de madre, una madre a la que se encontraba muy unido, en el incendio del hospital donde trabajaba. Su padre, un industrial de la industria de armamentos, vuelve a casarse, con la hermana pequeña de la fallecida, y traslada su fábrica al campo para evitar los bombardeos. Y allí, doliente, desconcertado, desconfiado de su nueva madre, tan similar en aspecto a la fallecida, sintiéndose traicionado por el padre, comenzará un fantástica aventura para descubrirse a sí mismo y a su familia, cuando siga a una garza parlante a un mundo paralelo y peculiar, creado por uno de sus antepasados.

De toda la filmografía de Miyazaki, y de Studio Ghibli en general, el referente más próximo a esta película, sin duda, es Chihiro. El sentimiento de pérdida, el enfado con los padres, la necesidad de crecer, el paso por un mundo fantástico en paralelo, donde encontrará insospechados aliados en su recorrido de descubrimiento. Al igual que en aquella, Miyazaki hace desfilar ante nuestros ojos una maravillosa fantasía, una peculiar mitología llena de sensibilidad y significados, no siempre fáciles de descifrar, pero fascinantes para el espectador que se deja arrastrar por la historia y por el estilo. Una aventura algo más oscura que la de Chihiro. Si aquella pierde un entorno, pero recupera otros, Mahito no podrá recuperar definitivamente a su madre fallecida, aunque al final encuentre la paz en su nueva realidad, cuando salga al rescate de su nueva madre en ese mundo fantástico creado por el tío abuelo décadas atrás. Por otro lado, la historia recoge vivencias del propio Miyazaki. Su padre trabajó en una fábrica de componentes para aviación durante la guerra. Se sintió fuertemente apegado a su madre, cuyo carácter independiente y crítico con las normas sociales establecidas, a pesar de una larga enfermedad crónica, inspiró el carácter de muchas heroínas de la filmografía del director.

Para mí está claro. Las aventuras del joven Mahito [眞人, persona veraz, confiable] quizá no lleguen al nivel de las grandes heroínas de Miyazaki, como Nausikaa, Chihiro, San, Kiki,… o Ponyo, si nos trasladamos a un entorno más infantil,… pero le falta muy poquito y está en la misma onda. Es coherente en los mensajes, en los medios, y en la capacidad de crear mundos especiales, maravillosos, esa mezcla de lo fantástico con lo cotidiano, que invita a soñar a imaginar, pero que de alguna forma nos permite e invita a mantener los pies en el suelo y crecer. Quizá sea realmente la última película de Miyazaki. O quizá no. Si vienen más, bienvenidas serán.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Fotocomentario] La dependencia de las pilas/baterias… no olvides llevar de repuesto

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Pues sí. O no. En estos tiempos, dependemos de baterías, recargables o no, para casi todos los cachivaches con los que vamos de un lado para otro. Una de las tareas más pesadas cuando preparo un viaje, al hacer el equipaje, no son los calcetines, las camisetas, la ropa interior y esas cosas tan poco motivantes, sino llevar organizadas, disponibles y cargadas las baterías de las cámaras de fotos, y los cables para cargarlas y para cargar el teléfono, la tableta, el lector de libros electrónicos… y megabatería de reserva por si hay que recargar algo en marcha. No es difícil. Pero es un rollo. Por eso, me siento muy libre cuando uso cámaras mecánicas, que no necesitan pilas o batería para funcional. Como mucho para el fotómetro. Pero en las que puedes estimar la exposición correcta si tienes un poco de experiencia.

Pero de vez en cuando hay accidentes. Desde hace años, es un rollo con las baterías de las cámaras Olympus digitales que tengo o he tenido. Tienden a hincharse. Y se atascan en el compartimento de la batería. O nunca sabes cuándo te las vas a encontrar cargadas o descargadas cuando hace tiempo que no las usas. Y en las cámaras de película tradicional que usan baterías de ion-litio no recargables… sabes que duran mucho, pero nunca te acuerdas cuánto hace que las llevas puestas (es un decir, porque cuando no uso las cámaras las suelo extraer del compartimento por seguridad). Recientemente, en el viaje en el día a Agoncillo y Logroño, me pasó. La batería de la Canon EOS 650 se agotó a la media hora de llegar a Agoncillo. No pude terminar el rollo de película, del que hablo en Nueva denominación para una película Kodak – Canon EOS 650 con EF 35-70 mm f3.5-4.5 y 1Hundred Film 100, hasta unos días después en Zaragoza. Así que… no olvidéis nunca tener y llevar con vosotros las baterías de repuesto para vuestras cámaras, bajo riesgo de quedaros con los brazos cruzados.

[Libro] Il parco dei cervi – Kazuo Kamimura

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Este es el segundo de los fumetti que compré en La Feltrinelli de la estación de Torino Portanova el día que regresábamos a Zaragoza durante nuestras vacaciones, como os comenté hace unos días. Y lo compré tras un pique con mis compañeras de viaje que no voy a relatar. En cualquier caso, es más bien un manga que un fumetto, con guion e ilustraciones de Kazuo Kamimura, un mangaka que murió muy joven, demasiado tabaco, a partir de una historia del prolífico cineasta japonés Norifumi Suzuki.

Para mí, el parque de los ciervos por excelencia en Japón es el popular parque de Nara, al pie del Monte Kasuga.

Este relato gráfico pertenece al género del terror erótico, muy en línea que las abundantes películas de bajo presupuesto pinku eiga con toques de violencia y terror de la productora Toei en los años 70 del siglo XX, en la que estuvo encuadrado Suzuki. En esta ocasión nos movemos además en el entorno del mundo del cine. En una productora que puede ser una versión de ficción de la Toei, un veterano y ya anciano director está en sus horas bajas, pero todavía tiene poder, mientras que el protagonista de la historia es una ayudante de dirección con aspiraciones a algo más. La oportunidad surgirá cuando aparezca una adolescente, viva imagen de una estrella del pasado, que murió en extrañas circunstancias. Al parecer su hija. A partir de ahí se desata una intriga por ver quien dirigirá la primera película de la bella y misteriosa joven. Y algo más.

El relato es una historia de venganza con toques fantásticos. No es un género que a mí me vaya mucho, pero la historia está bien construida, y las ilustraciones son interesantes, aunque con un aspecto que resulta algo anticuado, lo cual no es de extrañar, puesto que el original debió de ser publicado hace como 50 años. En cualquier caso es entretenido. No apto para mojigatos, puesto que es bastante explícito tanto en sus escenas sexuales como en las de violencia. ¿Es recomendable? Exclusivamente para aficionados al género, entre los que no me encuentro a priori. Aunque en cualquier género se pueden encontrar obras notables. Pues eso. Sin más. Una lectura que quedará más que otra cosa como una curiosidad en mi historial lector. La próxima vez que entremos en un pique me pensaré si sigo la corriente o no. Aunque creo que las obligaciones contraídas por la contraparte del pique puede que lo tengan más difícil. Por cierto, el título de la obra es una clara referencia a The Deer Park de Norman Mailer.

[Recomendaciones fotográficas] Algún obituario, algunos clásicos y algunas cosas más

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Llevo más de un mes sin escribir una entrada de recomendaciones fotográficas en su debida forma. Entre viajes y otros entretenimientos, no he tenido ocasión. Por lo tanto, voy a hacer una rápida revisión de cosas que he ido recogiendo en el último mes. Sólo una parte de ellas, porque una mes… da para mucho. En fin. A ver si ahora durante el invierno, sin muchos viajes a la vista, la cosa recupera su rutina.

Traigo hoy como complemento a mis recomendaciones fotográficas algunas fotografías realizadas sobre película en blanco y negro a la hora de la recogida del mercado de Porta Palazzo en Turín, Italia.

Un obituario, el de Luis Baylón (1958 – 2023), no muy mayor, un fotógrafo documental, de los que ahora muchos llaman, pendantemente street photographers. Gente que, cuando va en serio, se patea las calles, no para obtener instantáneas robadas de extraños, más o menos a la moda, sino para dar fe de los temas trascendentes, humanos, que están en las calles. O para dar rienda suelta a su apreciación estética de lo cotidiano. Nos lo contaban, entre otros sitios, en Clavoardiendo.

El autorretrato es un género muy presente en la fotografía contemporánea. También en la menos contemporánea; pero ahora encontramos una diversidad de fotógrafos, y sobre todo fotógrafas, que centran su actividad artística en este género. Otros, otras casi deberíamos decir, lo hacen de forma añadida o concurrente con otro tipo de fotografía. En AnOther Magazine hablaron de los autorretratos de la neerlandesa Viviane Sassen. Una fotógrafa que se ha movido sobre todo en el terreno de la moda, aunque no únicamente.

Irving Penn es uno de los grandes nombres de la historia de la fotografía. Un clásico y un referente de los grandes, aunque tengo la impresión de que empieza a ser olvidado por los más jóvenes, enfrentados a un bombardeo de imágenes, que les hace difícil distinguir lo auténtico de lo que está de moda. También en AnOther Magazine nos hemos encontrado de sus retratos de una compañía de danza que a finales de los años 60 ofrecían su espectáculo y su arte bailando desnudos en las calles de San Francisco. Enorme dominio de la forma, la composición, las texturas, las luces y las sombras. Enorme. Dicen que, estos grandes fotógrafos, si estuvieran en activo hoy como en aquellos tiempos, pasarían desapercibidos, aplastados por los miles de millones que cada día inundan las redes. Difícil decir quienes serán los clásicos de la fotografía del siglo XXI… Supongo que de alguna forma acabarán destacando. No lo sé.

Paz Errázuriz en un fotógrafa chilena, especialmente comprometida con los sectores marginales de la sociedad de su país. Aunque también se ha movido por otros países de la América latina. En Blind Magazine nos ofrecieron hace unas semanas algunos ejemplo de su capacidad para el retrato con alma y con significado.

El francés Pierre-Elie de Pibrac apareció también hace unos días en las páginas de Blind Magazine, con fotografías de varias de sus series realizadas en Japón. Desde el blanco y negro de aquellos que es efímero, con una belleza que no durará, hasta la lujuriante vegetación y naturaleza de algunos paísajes del país salpicada aquí y allí del rastro de la obra del ser humano, hasta los retratos de aquellos que han quedado al margen de la sociedad, que van desde los miembros de la yakuza hasta los que perdieron sus hogares en Fukushima. Fotografías serenas pero profundas.

Jiatong Lu es una fotógrafa china nacida en el gigante asiático, pero establecida en Nueva York. Hace unos años contrajo la Enfermedad de Lyme, una enfermedad de origen infeccioso, una bacteria transmitida por garrapatas, con reservorio en los roedores y herbívoros salvajes. Aunque se puede dar en algunos países de Europa, es más frecuente en Norteamérica. Aunque hay muchos casos asíntomáticos, o que transcurren con un síndrome similar a una infección vírica inespecífica, eventualmente pueden causar enfermedad grave en el sistema musculoesquelético y en el sistema nervioso. La enfermedad puede cronificarse, y genera mucho sufrimiento y discapacidad en los afectados. Lu, afectada por una forma grave de la enfermedad, encontró una comunidad de afectados con los que estableció contacto y realizó un proyecto para superar mentalmente la enfermedad y para reflexionar y trasladar al público la gravedad de la enfermedad. Nos lo contaron en Lenscratch.

[Cine] Ballerina [발레리나] (2023)

Cine

Ballerina [발레리나] (2023; 60/20231026)

Sinceramente, cuando tuve noticia de que esta película surcoreana dirigida por Lee Chung-Hyun se estrenaba en Netflix, no me entraron excesivas ganas de verla. Todo indicaba que era una más de las películas de acción del país asiático que la plataforma es trena periódicamente. Muy formulaicas. Todas cortadas por similares raseros. Imitadoras de otras películas de acción coreana más prestigiosas. Que no están mal. Pero te queda la sensación de que vista una… vistas todas. Sin embargo, vi que al frente del reparto estaba la joven actriz Jeon Jong-seo, y decidí darle una oportunidad.

Tarde y noche en Incheon.

Jeon Jong-seo aparecía en una excelente adaptación coreana de un relato de Murakami, que me encantó. Y aunque el papel de la actriz era breve por exigencias del guion, era fundamental, y dejó una agradable impresión en mí. En aquel momento era una actriz desconocida, incluso en su país. Se apartaba de los estereotipos de actrices jóvenes coreanas, que muchas veces parecen clones unas de otras, y tenía una personalidad propia más definida. Luego la pudimos ver en una de suspense fantástico en Netflix, con el mismo director que esta, que era aceptable, y encarnando la versión coreana de Tokyo en un famoso robo en una fábrica de moneda, donde competía con soltura, y yo creo que con ventaja, con su versión hispana. Como la mayor parte de las interpretaciones de esa serie. Así que me dispuse a ver esta (enésima) película de venganzas, cuanto le debe el cine coreano a Park Chan-wook a la hora de impulsar este género, en la que una joven (Jean Jong-seo) que trabaja como guardaespaldas de vez en cuando busca venganza por el suicidio de su mejor amiga, bailarina clásica, extorsionada por unos mafiosos para prostituirse tras obligarla a filmar una vídeo pornográfico como medio de chantaje.

La actriz protagonista es una mujer con oficio. Sin duda. Como muchos de los intérpretes que nos ofrece el reparto de esta película. Pero como sospechaba, e indicaba al principio, es una película que tira de manual, para una historia típica y tópica, a la que le falta desarrollo de caracteres, profundidad en las relaciones, mayor presencia de la chica por la que se inicia la venganza, y un poco de credibilidad. Porque cuesta creerse que una joven de 25 años, más bien delgadita, sea capaz de matar a una 20 de mafiosos, buena parte de ellos a bofetadas, y salir como si nada de la pelee a pesar de haberse llevado un buen montón de patadas y puñetazos. En fin… interés por la actriz protagonista, pero película, bien hecha, pero inane y totalmente prescindible. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Fotocomentario] La seguridad del aficionado a la fotografía

Sin categorizar

Para algunas personas, ir con una cámara fotográfica te hace sospechoso. No sé muy bien de qué. A lo largo de mi vida como aficionado a la fotografía me han pasado todo tipo de situaciones con todo tipo de gente. Desde fuerzas policiales o guardas de seguridad con ganas de propasarse en su trabajo y en sus atribuciones, gentes con una preocupante tendencia al autoritarismo dado los trabajos que realizan, hasta personas comunes que deciden cuándo y cómo los demás pueden o no hacer fotografías en la vía pública. No hablo de lugares privados. Ni estoy hablando de hacer fotos de personas en contra de su voluntad ni nada por el estilo. Simplemente, estar en la calle y hacer una fotografía del paisaje urbano. Sin más. Pues puede salirte un energúmeno o una energúmena y arruinarte el paseo.

La foto que supuestamente hice los individuos de los que hablo en el texto. Han salido favorecidos ¿verdad?

Recientemente,… bueno, hace dos meses ya,… estuve haciendo fotos en una mañana lluviosa en el paseo del Canal de Zaragoza. Los detalles técnicas de las fotos los podéis ver en Formato medio y chubascos  – Fujifilm GS645S Wide 60 con Kodak Gold 200. De repente, se me acercaron dos personas, hombre y mujer de entre 50 y 60 años, o más bien de una edad imprecisa dado su aspecto, y me empezaron a imprecar de porqué les había hecho fotos. No les había hecho ninguna foto. Y no era consciente de que aparecieran personas en ninguna de las que había hecho. Ciertamente procuraba evitar que hubiera personas, o si no había más remedio, que pasaran desapercibidas, integradas en el paisaje urbano. Así intente explicarlo, sin ningún éxito, porque no atendían a razones. Imposible llevar a cabo ningún tipo de conversación racional. La mujer en especial era muy agresiva en su verborrea. Lo que más me sorprendió es que el individuo dijo, confesó, que no quería fotos porque estaba en busca y captura. ¡¡¡Y por qué lo confiesas en voz alta???

El caso es que por donde estábamos pasan con cierta frecuencia coches de la policía local que vienen de su cuartel en el Tercer Cinturón. A algunos los he visto parar a tomar café en unos bares no muy alejados, en ocasiones con policías nacionales. Por lo tanto, este individuo, montando el pollo corría el riesgo de atraer sobre sí una atención policial obviamente muy indeseable para él. Cuando conseguí alejarme de ellos, dado lo desagradable del asunto, llegué a plantearme decir algo a algún vehículo policial si pasaba. Pero no sucedió. Ya no pude centrarme en nada y me fui a casa. En unos tiempos en que el 90 % o más de la población lleva una cámara de fotos en el bolsillo en algo que llama «teléfono móvil» y te pude hacer fotos cuando quiera, se preocupan de los que llevamos a la vista una cámara de fotos sin escondernos. Atavismos autoritarios, restos de un pasado fascista que no ha abandonado todavía a nuestra ciudadanía.