[Recomendaciones fotográficas] Nozolino y algunos más

Fotografía

Sinceramente, hoy tengo la cabeza poco centrada por cuestiones que no vienen al caso. Supongo que la puñetera pandemia deja un coste en las cabecicas de todos, y de vez en cuando divagan por donde no deben. A veces pienso que me gustaría ser más ignorante sobre lo que supone la puñetera epidemia. No dejéis que vuestros hijos estudien medicina; es un consejo de amigo. Así que no perderé mucho tiempo en la entrada de hoy.

Los paseos «permitidos» del fin de semana pasado nos dejaron algunos cielos interesantes gracias al tiempo inestable. Aunque era difícil encontrar la tranquilidad para concentrarse en la foto. Mucha gente saliendo a pasear por los mismos sitios y a la misma hora. Este fin de semana parece que la marea humana paseante se está amortiguando.

Nozolino, Paulo,… El retrato de la muchacha de blanca cara, profunda mirada, luminoso, serio, destacando sobre ese fondo y esos atuendos oscuros siempre me ha parecido de los mejores retratos fotográficos que conozco. Y que le den dos duros al mito de la nitidez. Es obvio, que como decía Cartier-Bresson, que la nitidez es un concepto burgués, acomodado, que justifica muchas veces la carencia de profundidad en la foto. En Cartier-Bresson nos hablan de Nozolino y nos muestran la foto de la que hablo. Y otras más. Y nos enseñan a mirar las fotos del portugués. Por cierto, desmonta lo que decía es Tanizaki en su Elogio de la sombra de que la capacidad de jugar con las sombras era propio de su país y que los europeos sólo saben jugar con las luces. Tontadas. Tanizaki escribió muchas cosas muy buenas. Pero ese ensayo, que tanto gusta a muchos, a mi me parece una justificación del nacionalismo nipón de principios de siglo, el mismo que destruyó el país.

En AnOther Magazine, en medio de tanto artículo de moda y cultura hipster y otras moderneces, recuperan un trabajo que ya tiene 20 años, el que realizó Justine Kurland sobre las adolescentes y preadolescentes. Una visión libre, casi salvaje, en la naturaleza, de unas jóvenes, que no sé si se corresponde con la realidad, resulta demasiado idílica, pero que es bella.

También en AnOther Magazine, otra mirada a los jóvenes adolescentes. En las escuelas de acrobacias y circo de China. Una salida para muchos a un trabajo respetado y seguro, recorriendo el país, entreteniendo a la gente, dentro de la ortodoxia del entretenimiento políticamente aceptable del partido único. Y los mejores o quienes tengan suerte, a los espectáculos internacionales. ¿No os habéis fijado la cantidad de chinos en el Cirque du Soleil y similares? Las fotos son de Jonathan Frantini. También es un trabajo rescatado de antaño.

Nunca se había hablado tanto sobre autorretratos que en los últimos años. Gracias a/Por culpa [táchese lo que no proceda según cada cual] de los selfis. Cierto que nunca había habido tantos autorretratos banales y/o vanales [táchese el adjetivo que no procede, por inexistente en la lengua castellana, y aplíquese en su lugar el derivado preferido de la palabra «vanidad»]. Por eso, cuando navegando por LensCulture vi el planteamiento de Tommy Kha [instagram] en su proyecto I’am only here to leave, me llamó la atención. Demostrando que el autorretrato todavía es una herramienta de expresión válida.

[Fotos] Penúltima semana de mi improvisada serie sobre la ciudad en tiempos de coronavirus

Fotografía

De las ocho semanas que va a tener este improvisado proyecto de fotografía en tiempos de la pandemia de coronavirus, llegamos al rollo y las fotos correspondientes a la semana séptima. Que coincidió en el final del mes de abril. Cuánto se escuchó en aquellos días aquel verso de una canción de Joaquín Sabina…

¿Quién me ha robado el mes de abril?

Joaquín Sabina, canción del mismo título

También es la primera semana en la que las fotos se han realizado fundamentalmente a primera hora de la mañana, cuando amanece. Antes hacía frío, o llovía, o estaba muy oscuro. Ahora es la hora del día con (potencialmente) mejor luz, con temperatura más agradable para caminar (habitualmente), y con más tranquilidad en las calles (casi siempre).

Los detalles técnicos en Séptima semana de aislamiento social – Pentax MX + Ilford HP5 Plus 400.

[Cine] Extraction (2020)

Cine

Extraction (2020; 25/20200510)

Esta película, cuya versión doblada se ha titulado en España Tyler Rake, el nombre de su personaje protagonista, dirigida por Sam Hargrave, un director con poca trayectoria salvo como coordinador de especialistas en películas de acción, no me atrajo en ningún momento inicialmente. Pero he aquí que de repente empiezo a leer en un montón de sitios que es un entretenimiento de acción muy destacable. Así que me animo a verla. En Netflix.

La cosa va de un grupo de mercenarios que reciben el encargo de rescatar al hijo de un narcotraficante que ha sido secuestrado por un rival. El encargado será el Tyler Rake (Chris Hemsworth) del título. A partir de ahí, todo va de un montón de persecuciones y balaceras en el cumplimiento de la misión. No hay más.

Las fotos no tienen nada que ver. Simplemente, el sábado pasado estaba nublado, llovía, y el ánimo estaba parecido a como me siento esta tarde. Que también llueve. Y hace frío,… o algo parecido.

Leo en algún sitio que está basada en una historieta. Pero a mí me da la impresión, tal y como está rodada de que estás viendo como alguien juega a un videojuego de esos en los que el que juega va pegando tiros y matando a mucha gente, mientras que inverosímilmente tan apenas recibes disparos. No hay más. De verdad. Bueno… alguna persecución, algunos helicópteros. Y nulas actuaciones… porque todos ponen cara de ser muy duros y tener muy mala leche. Y ya está. No hay más.

Una pérdida de tiempo, que si no fue grave es porque simplemente le dediqué un rato después de comer, en el que no me apetecía hacer nada más. Y ya está. No hay más.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Libro] Seis piezas fáciles: la física explicada por un genio

Ciencia, Literatura

No sé cuantos de mis posibles lectores conocen o han oído hablar de Richard Feynman. Fue un físico teórico que vivió entre 1918 y 1988 que, aunque menos conocido que otros físicos del siglo XX, tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la mecánica cuántica y especialmente de la electrodinámica cuántica en los años 40 y 50. Si quizá no es demasiado conocido por el gran público, sí que lo es, y muy admirado, por el mundo de la ciencia, y por todas aquellas personas interesadas en el desarrollo de la misma. Y además es considerado como un tipo carismático y un gran comunicador, muy alejado del estereotipo de científico introvertido y refugiado en sus investigaciones. En la actualidad es considerado como uno de los grandes físicos del siglo XX.

Algunas fotos más del rollo de negativos en color de la prueba de cámara de la que hablaba ayer.

Al margen de su trabajo investigador, también desarrolló una importante labor docente, fundamentalmente entre posgraduados y doctorados. Pero las que se hicieron especialmente famosas fueron las lecciones de introducción a la física que dictó a principio de los años 60 en el Instituto de Tecnología de California (CalTech), que fueron compiladas, corregidas y publicadas, siendo un gran éxito, no solamente por los estudiantes a los que iba dirigido, sino por muchos otros profesionales y estudiantes, al hacer muy accesibles temas muy complejos. Hoy en día siguen teniendo gran éxito. El libro que aquí nos ocupa recopila seis de estas lecciones, que se dirigen a algunos de los temas más fundamentales de la física moderna; la naturaleza de los átomos, la física básica, la conservación de la energía, la teoría de la gravitación, el comportamiento cuántico y las relaciones de la física con otras ciencias.

Yo soy un chico de ciencias, al que se le daban bastante bien las matemáticas y la física durante sus años de bachillerato (en aquellos tiempos, unificado y polivalente), pero que al final optó vocacionalmente por las ciencias de la salud, por la medicina en especial. El mundo, que como todos deberíamos saber, siguiendo las leyes de la física, da muchas vueltas, me llevó por caminos insospechados, pero de los que estoy razonablemente satisfecho. Pero siempre mantuve la curiosidad por aquellas disciplinas que tan bien se me daban a los 17 años, hasta el punto que algún intento hubo por parte de mis docentes de que cambiase mi vocación por la medicina por otra más orientada a las ciencias fundamentales. El vértigo ante ese camino en un país en el que, yo intuía muy claramente, no es muy apreciado ni por la gente ni por los responsables políticos o educativos, me llevó a renunciar al mismo y mantener mi idea original. Consecuencia de esa curiosidad, siempre he seguido leyendo textos relacionados con los avances de la física con mayor o menor complejidad. Fundamentalmente divulgativos, pero con seriedad. Por lo tanto, no dejo de apreciar en estas seis lecciones la genialidad docente de quien las impartió, al mismo tiempo que las veo más como una curiosidad histórica. Porque desde 1964 hasta la fecha los avances en el mundo de la física han sido importantes, incluso si se han realizado sobre los fundamentos que pusieron científicos como Feynman.

Ese ha sido mi principal interés. El de la curiosidad histórica. Y conocer alguna forma ingeniosa de explicar y entender algunos fenómenos complejos, que quizá ya conocía, pero que siempre viene bien comprender mejor. Recomendable para los amantes de las ciencias. Que deberían ser la mayor parte de las personas, pero no caerá esa breva. Especialmente en este país, donde se sigue impulsando más las vías rápidas y sin esfuerzo hacia medios de vida como los relacionados con el turismo, la construcción y la hostelería, ignorando la ciencias y la tecnología que son la base para unas economías más sólidas y estables. Y así nos va. Con datos lamentables en la calidad de nuestro sistema educativo, en el fracaso escolar, en el nivel de nuestro graduados, y en la emigración de los mejores de entre ellos, que no sería grave si también fuésemos polo de atracción para los de otros país, cosa que no sucede.

[Fotos] Color con cámara llegada a mí insospechadamente

Fotografía

Pocos días antes del 15 de marzo, del comienzo del estado de alarma por la epidemia de covid-19, me llegó una cámara a fondo perdido. Alguien tenía una Pentax MX en un armario. Sin objetivos, sólo el cuerpo. Supone que perteneciente a su padre… pero no lo sabe, porque nunca le vio usarla en vida. Y sobretodo, sin objetivos. Un misterio familiar. No les interesa, saben de mi afición a la fotografía. No saben que hacer con ella. No quieren molestarse en ponerla a la venta ni nada por el estilo; valoran más su tiempo que el dinero que les puede suponer. Así que voy a buscarla y la depositan en mis manos. En la práctica, me la dan.

No sé qué haré con ella, porque ya tengo uno. Se me han ocurrido varias cosas. Le puse un carrete de negativos en color y he comprobado que funciona correctamente. Las cuestiones técnicas en Otra Pentax MX, con la que no sé qué hacer (con Kodak Portra 400). Por lo demás, os dejo algunas fotos.

[TV] Cosas de series; adiós a Homeland, adiós a Carrie y Saul

Televisión

Con el comienzo de la década, (para mí, que soy de ciencias, las décadas comienza en los años que terminan en uno, puesto que no existió año cero en ningún calendario; los periodistas que las comiencen donde quieran, son unos indocumentados) llegó una de las series que cambiaría el género de espías de forma notable. Se trataba de Homeland, y protagonizada por la interacción Claire Danes [Carrie Mathison] y Damian Lewis [Nicholas Brody] en un principio, y por la interacción entre Danes y Mandy Patinkin [Saul Berenson], ponía el acento en los dilemas personales, éticos y políticos más que en la acción, aunque esta ha tenido sus oportunidades de vez en cuando con buenos logros. Hija de la encrespada primera década del siglo XX, de los atentados del 11 de septiembre, de los conflictos en Irak y en Afghanistan, de las nuevas y cada vez peores formas de hace política, no sólo servía como entretenimiento, sino también como reflexión. Yo la recibí encantado desde el principio.

La última temporada de Homeland comienza en Alemania, y en algunos momentos de la misma, en «flashbacks» en la mente de Saul nos lleva de regreso al Berlín de la guerra fría. Así que pasearemos por Berlín, para celebrar el final de Homeland, una ciudad que ha salido varias veces como coprotagonista eventual.

No ha sido la única que ha revitalizado y renovado el género. Menos tiempo estuvo en pantalla The Americans, otra serie centrada en dilemas personales y éticos, y que optaba por una mirada al pasado, a los años 80, poniendo en cuestión y patas arriba todo un sistema de creencias y valores tanto si los miras desde el punto de vista del otro lado del telón de acero, pero también desde este lado del mismo. Desde mi punto de vista, tuvo más categoría interpretativa, y momentos antológicos en los guiones de sus episodios, con secuencias de acción, más bien calmada, de tensión y suspense, dignas de formar parte de lo mejor del cine de espías clásico. El bueno, no las memeces con fuegos de artificio que son los 007s, misiones imposibles y similares. En cualquier caso, dos de mis series televisivas favoritas, no sólo de la década, sino de mi historia televisiva personal.

Como he dicho, los principios de Homeland vinieron marcados por la compleja relación entre Carrie y Brody. Relación que necesariamente hubo de terminar en la tercera temporada que, sorprendentemente para mí, fue tremendamente criticada e hizo tambalear la producción. Puedo reconocer que no estuvo al nivel de las dos primeras, pero no fue ninguna catástrofe, y seguíamos estando ante una excelente producción televisiva. La serie estaba basada en otra de producción israelí, aunque sus tramas argumentales no eran iguales. En cualquier caso, la serie israelí sólo tuvo dos temporadas.

El caso es que Homeland se tuvo que reinventar y lo hizo marcando el énfasis en la compleja relación entre Carrie y Saul, siempre rodeados de un magnífico elenco de personajes secundarios, no vamos a repasar todos, que son responsables en gran medida de la calidad del conjunto. Y con nuevas tramas, ya no derivadas de los dilemas de Nicholas Brody, y con una progresiva tendencia a ver como enemigos no sólo a los elementos extranjeros sino también los internos. Reflexiones sobre poder, democracia, control de los gobiernos, control de las agencias de seguridad,… Volvió a haber momentos de gran calidad, aunque la serie no recuperó la popularidad de sus primeros tiempos.

Así hemos llegado a una última temporada, con bastante acción, recuperando personajes de temporadas anteriores, con Carrie convertida en la esencia de lo que siempre ha sido, alguien que pone por encima de todo lo que considera el camino correcto, siempre lleno de trampas éticas, y con un excelente macguffin en forma de caja negra de un helicóptero derribado. Y con un final, razonablemente dramático, y a la vez razonablemente amable, que debiera contentar al público más exigente. He disfrutado mucho. Con la serie, con sus intérpretes, con sus guionistas, con su última temporada, con último capítulo. En IMDb, aunque no confío mucho en sus votantes, tiene un 9,6/10 este último capítulo.

[Cine] The half of it (2020)

Cine

The half of it (2020; 24/20200502)

Netflix se está especializando en comedia/drama adolescente. Y especialmente dentro de lo políticamente correcto; mucha, muchísima diversidad étnica y de identidad de género y preferencias sexuales, aunque sea cogida por los pelos. Que no es que me parezca mal… es que a veces llega a ser inverosímil. Así que tenemos aquí esta ¿comedia? adolescente dirigida por Alice Wu, con protagonista de origen asiático y con preferencias homosexuales.

No había oído yo hablar de la directora, aunque parece que adquirió cierta fama por una película de hace más de quince años en la que se permitía hablar también de su situación personal como joven de origen asiático y homosexual. Pero poco más le veo en lo cinematográfico desde entonces. Ahora nos trae lo que no sino una adaptación del Cirano de Bergerac de Rostand, aunque con un final necesariamente modificado, y con un toque de cine «indie». El rol de Cirano corresponde a Ellie (Leah Lewis), quinceañera nacida en China pero inmigrada de pequeñita con su familia al medio oeste americano, que ayuda al «Christian» de turno, un bonachón pero tosco atleta de instituto (Daniel Diemer) a conquistar a la chica, la «Roxanne» de turno (Alexxis Lemire), de la que secretamente está enamorada Ellie.

Visité yo Bergerac cuando recorrí el Dordoña hace ya… años. Aunque Cyrano no era de allí. Era parisino. Pero adoptó el apellido por las tierras que poseía la familia por el lugar. Tienen una estatua allí dedicada,… más al narigudo personaje de Rostand que al auténtico Hercule-Savinien de Cyrano (de Bergerac).

La película se aguanta y aprueba porque hay cierta empatía hacia algunos de los personajes principales de la trama. Aunque sinceramente, es una película a la que se falta garbo y tensión, y a la que no sienta bien el tono excesivamente melancólico que le aplica su directora, en un trabajo por lo demás bastante más convencional de lo que nos quieren hacer cree cono lo del tono «indie» que he mencionado. Quizá lo que cuesta más de tragar sean los motivos por los que Ellie y el tocho están enamorados de la «Roxanne», ya que este personaje está muy poco desarrollado y, más allá de que se pueda considerar más o menos guapa, yo no le veo un interés especial.

La película vale para pasar un rato y quizá poco más. Pero tal y como está el «pavorama»… ya valdrá.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Fotos] Se acerca la «fase 1» en Aragón, pero fotográficamente estoy en la sexta semana de la «fase de antipatía social colectiva»

Fotografía

Probablemente la octava semana desde la entrada en vigor del decreto de alarma será la última en la que haré fotos de esta serie que se basa en mis desplazamientos por una ciudad distinta de casa al trabajo y regreso durante las fases de aislamientos social por la epidemia de covid-19. Pero a la hora de presentar resultados, todavía estoy con la sexta semana, las que hoy os muestro aquí.

En mi apreciación, los resultados más agradables son los de las fotografías que realicé en interiores, en mi lugar de trabajo. Durante esa semana, entre las dos y media y las ocho de la tarde, me encontraba solo en un planta en la que habitualmente, sin epidemias, por las mañanas trabajamos unas cuarenta personas. Sin agobios de espacio. De vez en cuando estiraba los músculos moviéndome y haciendo fotos aprovechando la luz de la tarde. Pero también tuve ocasión de hace mis fotos en exteriores. Claro.

[Cine] Vivarium (2019)

Cine

Vivarium (2020; 23/20200501)

Seguimos buscando alternativas al cierre de las salas de cine con los estrenos directos en plataformas digitales. En esta ocasión tiramos de Sala virtual de cine para ver uno de estos estrenos, que venía razonablemente recomendado por alguien en internet. Creo que también se puede ver en Movistar+. Película irlandesa, con múltiples coproductores de otros países, dirigida por Lorcan Finnegan, un director con una trayectoria muy limitada todavía y del que no teníamos referencias.

Gemma (Imogen Poots) es una maestra que convive con su novio Tom (Jesse Eisenberg), que se empieza a plantear la necesidad de una convivencia más estable y en mejores condiciones de cara a formar una familia. Pero con un presupuesto limitado, acuden a una inmobiliaria donde el comercial (muy raruno, canta mucho) les propone una moderna urbanización en el extrarradio de la ciudad, donde podrían conseguir una buena vivienda por un precio razonable. Durante la visita a la vivienda, quedarán atrapados en esa misteriosa urbanización en una extrañas circunstancias.

La película se mueve en el terreno del terror y misterio, del tipo extrañas criatura que invaden y parasitan a la especie humana… y todavía no tengo nada clara exactamente dónde quieren llegar con esta película, si es que quieren hacer algo más que una mera película de terror ¿psicológico?. Desde luego, si quieren hacer algún tipo de crítica social o algo por el estilo, todavía no sé muy bien por donde van los tiros.

Con una interpretación correcta, dado el material con el que cuentan los dos protagonistas, y una realización correcta, pero con deficiencias técnicas… todo resulta demasiado artificioso, incluso si esa es la intención… lo cierto es que la película deja de tener interés apenas alcanzado el ecuador del metraje, quedando la duda, lo único que te incita a seguir viendo, si van a darle un final feliz o no. Aunque uno se lo imagina. Prescindible. No merece la pena en absoluto.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Recomendaciones fotográficas] Algunas cosas muy interesantes en los últimos días

Fotografía

Hace días que no hago una entrada de recomendaciones fotográficas. Por lo menos diez días. No he contado. El caso es que en esos últimos diez días han aparecido cosas muy interesantes, que voy a intentar resumir.

Hoy os dejo algunas de las fotos realizadas en los primeros paseos «legales» en la fase ¿0?, ¿por qué no le llaman «1» si es la primera?, del desconfinamiento de la población. Lo que pendantemente llaman la «desescalada» y el regreso a una «nueva normalidad». Cómo odio el lenguaje de las distopías orwellianas.

Dorothea Lange es un clásico de la fotografía desde sus trabajos para la administración federal de Estados Unidos para documentar la época de la Gran Depresión. Y en la revista en línea del MoMA han dedicado a la visión que tenía esta gran fotógrafa del mundo de la infancia. No tiene desperdicio. Y va mucho más allá de la fotografía de marras.

Hablando de otra Lange, de Jessica Lange. Sí, la estupenda actriz que tan buenos ratos nos ha hecho disfrutar en las salas de cine, esas a las que no podemos asistir hoy en día. Bueno, pues también es fotógrafa. Y no esta nada mal. En Lensculture hacen un repaso a una de sus obras, Highway 61.

Cartier-Bresson no es un reloj ha publicado un vídeo sobre un estupendo trabajo de Alec Soth, Sleeping by the Mississippi. Yo le tengo en forma de facsímil pequeñito, y muchas veces me he planteado comprar la versión genuina. Ya veremos. Os pongo el vídeo.

Wuhan se ha convertido en una especie de ciudad «maldita» en los últimos tiempos por ser el foco primario de la pandemia que nos tiene a todos tan entretenidos. En el momento en que saltaba la noticia de la enfermedad a la prensa, en España podíamos ver una película rodada en la ciudad china. Estos días atrás en Photography of China han publicado fotografías del trabajo de Fergus Coyle realizado en Wuhan, en las que reflexiona sobre los fenómenos de urbanización desaforada en la política de hiperdesarrollismo del régimen chino. Aunque también tiene palabras de simpatía hacia una ciudad y sus habitantes, ya para siempre asociados a la maldita pandemia.

Y en Lenscratch dedicaron la semana pasada algunos artículos a lo que se da en llamar en estos días la fotografía vernácula. Aquella que no se realiza por motivos artísticos o periodísticos, las fotos cotidianas, muchas veces sin autor conocido.

Por un lado nos hablan de Liz Albert y su proyecto Family Fictions, en el que reúne dípticos de fotografías familiares que no tienen que ver entre sí para construir nuevas historias familiares, ficticias o con nuevos significados. Os dejo un vídeo sobre el proyecto.

Por otro lado, David Pace revela en una selección personal el «comienzo de su carrera» como fotógrafo, con las fotos que realizó cuando era todavía un niño, generalmente en su entorno familiar y escolar.

[Libro] Decamerón

Literatura

Hacía días que quería hacer esta entrada, que no sé si me quedará breve o larga. Si un libro me parece apropiado para los tiempos que corren son los cuentos del Decamerón de Giovanni Bocaccio, uno de los padres de la literatura italiana. Especialmente si consideramos que el italiano moderno actual deriva del toscano, idioma en el que escribieron tanto Bocaccio, como Dante Alighieri y Petrarca. Alighieri fue el precurso, Bocaccio y Petrarca sus seguidores y ambos contemporáneos entre sí.

Ciudades toscanas para ilustrar la entrada; Florencia, Arezzo, San Giminiano, Siena…

Es necesario conocer el trasfondo histórico. En 1348, Europa, así como otras parte del mundo, se ve devastada por una grave epidemia de peste bubónica, que tuvo una gran letalidad, con un fuerte mortalidad en el conjunto de Europa. Hoy en día, las tradicionales estimaciones de que pudo morir la tercera parte de la población europea, unos 25 millones de personas, se consideran demasiado optimistas. Y hay muchas sospechas de que la Yersinia que produjo la epidemia fuese una variante desconocida, ya que su avance, capacidad de transmisión y letalidad es claramente muy superior a otras epidemias conocidas de peste bubónica. Se habla de 1348, pero la epidemia parece que se extendió entre 1347 y 1353. Pandemia fue, ya que también afectó a Asia, Oriente medio y norte de África. Por otra parte el Trecento, el siglo XIV en la cultura italiana fue el de la transición del medievo al renacimiento, acontecimiento que en el resto de Europa llegó más tarde.

Bocaccio sitúa el escenario general de los cuentos del Decamerón en una villa a cierta distancia de Florencia, donde se refugian diez jóvenes, siete damas y tres caballeros, demostrando que el concepto de distancia social no es nuevo, huyendo de la capital toscana, donde la epidemia se cebó especialmente. Y allí durante diez días, los jóvenes se entretienen contando cada día una historia cada uno de ellos, hasta llegar a los cien cuentos del Decamerón [del griego déka, diez, y hēméra, día]. Cada día hay un tema. Y nueve de las historias se ajustan al tema. La décima no. Y suele tener un carácter más moral. Y los cuentos, de todo tipo, humorísticos, dramas, tragedias, paródicos, eroticofestivos,… muestran la transición del pensamiento medieval al renacimiento. Por ejemplo, los clérigos dejan de ser el referente moral para convertirse en el personaje cómico, que recibe las puyas de la historia. Incluso en el ambiente de la terrible epidemia, el libro se escribió poco después de la misma, hay optimismo por el futuro y confianza en el ser humano. Confianza en lo profano, en el buen sentido de la palabra. Es decir, de lo secular, de lo que no tiene relación con lo sagrado o la religión.

Este libro no lo he leído recientemente, ni mucho menos. Cuando yo era un adolescente de unos catorce años, como mucho quince, había un copia de mi madre, de las adquiridas en el Círculo de lectores. Le pregunté si lo podía leer, se me quedó mirando un momento,… y contestó que sí. Afortunadamente, mi madre tenía más confianza en mi criterio que obsesión con la edad y los rombos de la época. Y de vez en cuando me preguntaba que qué tal. Y yo le decía que bien. Que como eran muchos cuentos, me leía uno de vez en cuando. Por aquel entonces me señaló que también había un ejemplo de los Cuentos de las Mil y una noches. Tuve suerte con mi madre. Y sí, es muy recomendable. Muy muy recomendable. Y muy apropiado para los tiempos que corren.

[TV] Cosas de series; Ronda de series orientales

Televisión

Ya sabréis los habituales de estas páginas que uno de mis vicios (in)confesables desde que aterrizaron las plataformas de cine y series bajo demanda en internet son las series orientales. Uno de mis guilty pleasures, puesto que dejan bastante que desear en diversos aspectos, unas veces en guiones, otras en actuaciones, otras en producción,… pero al mismo tiempo tienen un no sé qué divertido que hace que siga enganchándome a algunas. De vez en cuando hay alguna tan infumable o con temas que no me interesan que se queda en el primer o segundo episodio. Pero otras siguen adelante. Lo de hoy es lo que en la práctica he ido viendo desde el establecimiento de las medidas especiales por la pandemia de covid-19. La mayor parte de estos episodios los veo en fin de semana, aunque hay excepciones.

Nos pidieron ayuda unos amigos con niños todavía entre los 8 y los 13 años con las series de anime, por si podían salirse en la televisión de los caminos trillados. Hemos tocado varias series, no necesariamente vistas enteras, pero sí como para orientar. A mí me tocaron en suerte alguna demasiado cursi, alguna muy bien valorada pero excesivamente excesivamente melodramática, y alguna bastante salada y razonablemente divertida… siempre que tengas entre 11 y 13 años. Quizá de la que empecé a curiosear ayer comente algo más… puede que sea divertida en general. Aunque tiene un problema conceptual de base… que ya veremos.

Fotográficamente nos vamos a China, donde hice algunos carretes en blanco y negro. Si no hubiese sido por el maldito coronavirus de los h..v.s, ahora mismo estaría en aquel país… de vacaciones. Probablemente en Xi’an o alrededores… En fin…

Si las series que predominan en las plataformas son las surcoreanas, especialmente en Netflix, seguidas de las japonesas, poco a poco se van colando de otros países. Tailandia, Taiwán… ya han aparecido por aquí. Incluso procedentes de la China continental. Como Nai He BOSS Yao Qu Wo [奈何BOSS要娶我], o Well-intended love para el mundo no sinoparlante (traducción literal del título chino, Porqué quiere casarse conmigo el BOSS). Reúne todos los defectos característicos de estas series; situaciones tópicas, absurdas, malos de cartón piedra, protagonistas femeninas encantadoras con amigas con desparpajo, y un protagonista masculino que es un sieso, pero con buen corazón. Un guion de risa, abundante emplazamiento de producto y situaciones ridículas que siempre terminan bien. Pero a pesar de sus muchos y terribles defectos, la ves mientras consigues mantener la mente absolutamente en blanco. La demostración de que es posible vivir sin pensar.

Y una de las últimas producciones surcoreanas para Netflix es Hyena [하이에나, haiena], donde mezclan el drama legal con ramificaciones políticas con la comedia romántica, con ciertos toques de screwball comedy, ya sabéis, las comedias románticas donde las chicas siempre llevan la iniciativa y ponen en cuestión de forma cariñosa la masculinada del protagonista varón. Eso sí, con final feliz. Aparte de ser un ejemplo extremo de publicidad por emplazamiento de producto, pero realmente hasta llegar a lo humorísticamente paródico, con los defectos habituales de situaciones más o menos inverosímiles, que ponen duramente a prueba la suspensión de la incredulidad del espectador, lo cierto es que no está mal interpretada y hay momento muy divertidos. Siempre y cuando [potente condicional aquí] estés dispuesto a entrar en el juego de este tipo de series, está bien. Incluso bastante bien.