[Libro – historieta] Diente de oso – Yann y Alain Henriet

Literatura

En estos momentos, contando el de hoy, tengo tres libros por comentar. Y una película, a la que se sumará otra hoy, muy probablemente. Y cosas de televisión. Y algún rollo de fotografía recientemente revelado. Quedan dos semanas para principio de año, y los últimos días del año dedico este Cuaderno de ruta a realizar un repaso fotográfico del año. En fin… que tengo que ir adelantando tarea, o voy a estar varios días en 2023 hablando de cosas del 2022, más allá de algunos repasos que hago habitualmente en cine y literatura. Así que de forma excepcional voy a hablar de libros un domingo.

En el verano de 2018, visité el Museo Dornier de aviación de Friedrichshafen, en el sur de Alemania. Esto invitado a volver por la zona. Quizá para Semana Santa. Ya veremos.

Cuando fui a comprar el último Corto Maltés del que os hablé esta misma semana, me llamó la atención un volumen recopilatorio de seis álbumes dedicados al final de la Segunda Guerra Mundial. Y uno de los motivos por los que me llamó la atención es porque el guionista de estas historietas es el francés Yann, un veterano escritor de quien en su momento leí algún Lucky Luke, algún Spirou y alguna otra cosa en la que ahora no caigo. Así que a pesar de lo voluminoso y pesado (en kilogramos) que resultaba, no me gusta cargar con peso cuando leo, me animé y lo compré. La ilustración del volumen corre a cargo del belga Alain Henriet. El color se debe a Usagi (Patricia Tilkin), la esposa de este último

Los seis libros reunidos en un único volumen recorren la peripecia de tres amigos de la infancia criados en la Silesia alemana de entre guerras, dos de ellos alemanes étnicos y el tercero judío polaco. Los dos alemanes se ven atraídos por el populismo del nazismo hitleriano, mientras que el judío, obviamente lo teme y lo critica. Los tres son fanáticos de la aviación. Ya de adulto, encontramos al judío luchando en la guerra del pacífico contra Japón en la fuerza aérea de Estados Unidos. Por una confusión, es confundido con un espía nazi. Para rehabilitarse tendrá que aceptar una misión de comando y espionaje en la Alemania de la debacle final de 1945. La chica se ha convertido en un as de la Luftwaffe, como piloto de pruebas, admirada por el propio Hitler. Y el chico alemán parece que murió en algún momento de la adolescencia. Pero nada es lo que parece.

La historia se cuenta en flashbacks. El tiempo actual es el año 1945, mientras que de vez en cuando se retrocede al momento en que los chicos eran adolescentes en los años 30 y ansiaban en aprender a volar mientras Hitler llegaba al poder. Así, iremos conociendo la realidad de lo que pasó con cada chico poco a poco, al mismo tiempo que avanza la historia en el presente de la historia. En los primeros volúmenes me interesó bastante, puesto que parecía que iba a presentar con realismo esos últimos meses de contienda en Europa. Pero poco a poco deriva en una historia del gusto de los aerotrastornados, una ucrania en la que wunderwaffe nazis, las armas que iban a decidir la guerra a favor de Alemania, parecen realidad, especialmente en la aviación, con capacidad para amenazar incluso el territorio de los Estados Unidos. En ese momento, la historia empieza a desengancharme, y aunque empecé leyéndola con ritmo y ganas, luego me siguió seguir adelante y terminarla. No es una mala historia, está bien escrita y muy bien ilustrada, simplemente que no es un tema que me interesase gran cosa. Como defecto tiene que cae con frecuencia en tópicos sobre la maldad nazi que ya cansan. Como si la realidad tal como fue no fuese ya lo suficientemente mal.

Al final, queda abierta la posibilidad a que haya aventuras futuras de los protagonistas en la posguerra mundial. Probablemente con los soviéticos como enemigos. No lo sé. Ya veremos. Y en principio, no me planteo estar al tanto para seguirlas.

[Cine] Corsage (2022)

Cine

Corsage (2022; 62/20221207)

Con el título original de Corsage, corsé en castellano, lo cual tiene mucho sentido viendo la película, ha llegado a las pantallas españolas con el tonto tantísimo título de La emperatriz rebelde, la última película de la austriaca Marie Kreutzer, que vuelve a revisar la figura y personalidad de una figura histórica tan maltratada por el cine como fue la emperatriz consorte Isabel de Austria. Las audiencias de todo el mundo tienen una visión altamente deformada de esta aristócrata bávara, que realizó un matrimonio de conveniencia con el emperador Francisco José I de Austria. Un matrimonio cuya realidad estuvo muy alejada del cuento de hadas que nos contaron en las películas protagonizadas por Romy Schneider en los años 50 del siglo XX dirigidas por Ernst Marischka. Por supuesto, la más famosa fue Sissi, en la que se multiplicaban las eses del sobrenombre popular de la emperatriz, Sisi, aunque es más que probable que el sobrenombre familiar fuese el más alemán Lisi. Hasta eso puede que sea falso.

Para ilustra la película me traslado a los jardines del Belvedere y del palacio de Schönbrunn en Viena.

En cualquier caso Kreutzer nos trae a una emperatriz que cumple 40 años, encarnada por Vicky Krieps, una actriz muy de moda en las producciones germánicas, todavía hermosa, pero preocupada por el inefable paso de la edad y su repercusión en el físico de las personas. Con un marido que realmente la quiere, pero harta y cansada de la almidonada corte austriaca, y probablemente también del marido. Más anhelante de conocer el mundo y la modernidad que de sostener las desfasadas tradiciones de la casa Habsburgo.

La película ofrece una peculiar lectura de la personalidad del personaje, y ofrece un relato basado en hechos reales, pero altamente ficcionalizado, en el que no faltan numurosas anacondas, como escuchar el As tears go by de Mike Jagger en forma de cuarteto de cuerda en ese momento del siglo XIX, o conocer el cinematógrafo con filmación sobre película biperforada de 35 mm, cuando este tipo de película fue desarrollada entre Edison, que fabricaba cámaras, y Kodak que fabricaba películas a principios de los años 90 del siglo XIX, y que fue usada por los hermanos Lumière en 1995 para la primera película proyectada de la historia después de filmarla con un aparato similar al que aparece en este largometraje, supuestamente unos 15 a 20 años de lo que le corresponde. Hay más. En cualquier caso, la película no pretende realizar un retrato fiel del personaje histórico sino realizar una reflexión psicológica del personaje como mujer, madre y emperatriz, y como colisionan estas dimensiones entre sí para conflictuar a la persona. Y no deja de haber potentes críticas a la hipocresía de la época, cuando se organiza que el emperador tenga una amante adolescente, que a pesar de su joven edad ya se encuentra casada. Que el emperador tuvo dicha amante es real, que empezaría con la adolescente recién casada con catorce años y hasta que esta rondaba los veintinueve, incluso con más que probable descendencia fruto de esa relación.

La película está excelentemente interpretada, ya he comentado que Krieps es una actriz bien valorad en la actualidad, que es fácil ver en la pantalla o en la televisión incluso fuera de su país de origen. Dispone de reparto multinacional, y aunque la película tiene financiación mayoritariamente austriaca, creo que predominan los intérpretes alemanes, con presencia de algunos de otras nacionalidades (húngara, francesa, inglesa,…)

La película me pareció interesante cuando la vimos, pero me dejó un poco cariacontecido. El sorprendente final, en el cual también podemos encontrar algún que otro notable anacronismo, nos llevó también a que saliésemos de la sala de cine rascándonos la cabeza, pensando en cual sería realmente la tesis de esta directora a la hora de hacer la película. De todos modos, con el tiempo y el pensamiento sobre ella, mi valoración ha ido en aumento. Y en la actualidad estoy convencido de haber presenciado una excelente película. La crítica la pone por las nubes, pero el público votante en IMDb, como suele suceder con estas producciones menos comerciales, más de autor, es más tibio en su valoración. Pero eso no es mala señal necesariamente. Sencillamente, si eres de los que te gusta el cine para ver pirotecnia y atiborrarte de palomitas y cocacola,… esta no es tu película.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Fotocomentario] Errores, sesgos, falta de precisión…

Ciencia, Fotografía

Estas semanas atrás procedí a evaluar el error que cometía el fotómetro de una de las cámara para película fotográfica tradicional que más uso, especialmente cuando salgo de viaje. Las fotos que adjunto corresponden a esa evaluación, cuyos detalles podéis encontrar en Siempre conviene conocer la precisión de los fotómetros – Minox 35 GT-E con Ilford FP4 Plus. Y esto me ha hecho pensar en los errores que cometemos con frecuencia cuando observamos y valoramos lo que pasa en el mundo.

Lo voy a decir de una forma muy clara, concreta y absoluta. Nuestros sentidos nos engañan. La vista principalmente, es el sentido del que más dependemos, al menos de forma consciente, pero también los demás. Que son más de cinco… aunque ahora no voy a entrar en eso. Otro día, tal vez. Nos son útiles para defendernos en nuestra vida cotidiana. Pero evolucionaron para la supervivencia de un primate recolector siempre, carroñero en bastantes ocasiones, y cazador eventualmente, que surgió en la sabana africana hace unos cientos miles de años. Nada que ver con el entorno en el que nos movemos actualmente. Y no es que lo diga yo, hay abundantes estudios, con el método científico correctamente aplicado en ellos, que así nos lo muestran. Y sin embargo los seres humanos tendemos a realizar afirmaciones o negaciones categóricas, muchas veces dogmáticas, a partir de experiencias sensoriales individuales, y muchas veces únicas. Y así, erramos. Sin embargo, incluso con nuestros instrumentos de medición corrientes, cometemos errores, más o menos grande al evaluar la magnitud de un fenómeno. Por falta de precisión, los valores que nos ofrecen medidas repetidas de un fenómeno varían mucho entre sí, están dispersos, o por un sesgo, los valores que nos ofrecen medidas repetidas de un fenómeno se alejan en promedio del auténtico valor que debería evaluar. Por ello, seamos humildes. Y estemos abiertos a la posibilidad que la forma en que nos cuentan el mundo otras personas puede estar menos sesgada o ser más precisa que la nuestra. No seamos cabezones. Escuchemos a los demás. Especialmente a aquellos más mesurados, que reconocen desde el principio que pueden haberse equivocado. Seguro que estos tienen sus errores mejor controlados que los que afirman con seguridad y dogmatismo. Huid de esos.

[TV] Cosas de series; éxitos surcoreanos de hace unos años

Televisión

Vengo comentando desde hace unos meses el hecho de que el catálogo disponible para Netflix en España es más amplio de lo que parece. Simplemente configurando la pantalla de usuario en idioma inglés en lugar de castellano, ya aparece una oferta más amplia. Generalmente de series o largometrajes que no están doblados al español y que no disponen de subtítulos en este idioma. Aunque no he comprobado de forma exhaustiva si este es el caso siempre. Paralelamente, hace un tiempo leí un artículo en internet con recomendaciones sobre las series surcoreanas más valoradas en los últimos 10 o 15 años, bastantes de las cuales está disponibles en esta plataforma. Y me confeccioné una lista para ir viendo algunas. Especialmente aquellas más intrascendentes, que suelen ser las comedias románticas, siempre con su toquecito de drama. Y además permiten conocer la evolución de algunas caras que ya son conocidas para los adictos a este placer inconfesable.

Una de las series tiene unas cuantas escenas en la bonita e histórica ciudad de Gyeongju. Una ciudad a la que debí dedicar al menos un día más. Si algún día vuelvo a Corea del Sur le dedicaré el tiempo que se merece.

Por ejemplo, fue muy celebrada en 2021 una serie muy divertida sobre un mafioso italiano de origen coreano que vuelve a su país de origen por un alijo de oro. Pues bien, su protagonista masculino, Song Joong-ki, lo fue también de Taeyang-ui Huye [태양의 후예, Descendientes del sol], un drama de aventuras románticas de 2016 en la que encarnaba a un oficial de las fuerzas de operaciones especiales del ejército coreano, que acaba enredado con una guapa médica, Song Hye-Kyo, y ambos acaban coincidiendo en una misión humanitaria en un extraño país europeo. La trama de la serie es marciana a mucho niveles… pero muchos. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Pero los personajes son muy atractivos, caen muy bien, y acaba siendo muy divertida. Fue un gran éxito en su país, e incluso se adaptó a otros países asiáticos, como Filipinas.

Pinocchio es un drama romántico de 2014 protagonizado en el lado femenino por la guapa Park Shin-Hye, a quien conocí tocando la guitarra en Granada, hablando por teléfono con el pasado, o viajando en el tiempo. Es una aspirante a periodista que tiene el síndrome de Pinocho, que le provoca hipo cuando miente, por lo que no puede mentir, motivo que hace que nadie crea que puede ser periodista. Pero su madre que si lo es, es una bruja que provocó la desgracia de una familia, de cuyo hijo menor acabará… bueno… es un lío muy complicado de explicar. No tan marciana como la anterior, pero el enredo de su trama es tal, que sólo el contarlo a los amigos mientras te tomas unas cervezas ya hace que te rías un rato. Pero es también muy divertida, y los personajes, majos. Ese síndrome de Pinocho no existe. O se ha aplicado en ocasiones a los mentirosos compulsivos… todo lo contrario.

The Beauty Inside es una dramacomedia romántica de 2018 protagonizada por una también guapa actriz, Seo Hyeon-jin a quien conocí en una comedia romántica de Netflix del año 2021, y en una de médicos. Y nos habla del romance entre dos personas con dos «enfermedades». La de él es algo real. En determinados daños cerebrales, como por ejemplo un traumatismo craneoencefálico, puede resultar en una prosopagnosia, la incapacidad de reconocer visualmente los rostros de otras personas. Ves un rostro, pero no diferencias unos de otros, y no identificas a la persona. La de ella, totalmente ficticia. Una vez al mes, y durante una semana, su físico se transforma en el de una persona totalmente distinta, de cualquier edad, sexo o raza. Y encima es actriz famosa, por lo que se tiene que esconder y se montan pollos gordos. No es tan marciana, porque de entrada no pretende ser real, no deja de ser un cuento romántico. Pero su protagonista femenina no sólo es guapa, también es buena actriz. El masculino, como en muchas de estas producciones, resulta un sieso… pero parece que es lo que les gusta. También tuvo mucho éxito en su país. Es muy entretenida. Como a muchas de estas series, les suele sobra uno o dos episodios al final.

Tanto me gustó esta actriz, que decidí ver también Tto! O Hae-yeong [또! 오해영, Another Miss Oh, literalmente La otra O Hae-yeong]. Una chica a la que planta el día antes de su boda, y que lleva toda la vida amargada porque se llama igual que la chica popular y guapa de su clase en el instituto, lo que le ha procurado todo tipo de desgracias. Cosa irónica, porque esta actriz también es bastante mona. Incluso para algunos, para mí,… más. Pero bueno, todo es cuestión de cómo se arreglen en pantalla. Todo tipo de enredos, con algún componente sobrenatural, para un enredo romántico, con bastante dosis de drama entre las situaciones de comedia, y que probablemente es lo más flojo de este conjunto de series. Aunque también está muy valorada en su país de origen.

Y finalmente, recientemente terminé de ver Byeoreseo On Geudae [별에서 온 그대, habitualmente conocida como My love from the Star, o sea mi amor de la estrella o de otra estrella]. Comedia romántica también en la que una actriz muy valorada, pero muy conflictiva en los medios, acaba enredándose con un extraterrestre que lleva 400 años atrapado en la Tierra, y que es su vecino. Un presunto suicidio de otra actriz hace que la chica caiga en desgracia y se vea metida en una intriga de un tipo muy malo, muy malo. A la protagonista, Jun Ji-hyun, la conocí en un drama sobrenatural en un parque natural montañoso coreano.

En común tienen estas series lo dicho, que tuvieron mucho éxito en su país. Y que sus protagonistas, especialmente las femeninas, son de las más cotizadas en Corea del Sur. Los masculinos, salvo el capitán de las fuerzas especiales, son todos unos siesos de mucho cuidado. Estas series las he visto durante mucho tiempo, pero las he reservado para comentarlas juntas. Están escondidas para quienes no tengan configurado Netflix en inglés. Creo. He visto una serie surcoreana más recientemente, pero no tiene nada que ver con estas, y hablaré de ella otro día.

[Fotocomentario] «Intolerables» expresiones artísticas… según algunos

Fotografía

Me llamó mucho la atención algo que me pasó hace unas semanas. Durante un tiempo a principio del otoño de este 2022, en la plaza de Santa Engracia de Zaragoza estuvieron expuestas una docena de grandes busto, cabezones, del pintor Francisco de Goya, decorados con estilos de pintura contemporánea o técnicas mixtas por distintos artistas contemporáneos. El año pasado hubo algo similar por toda la ciudad con figuras completa a tamaño natural del mismo pintor. Y hace unos meses, unas especies de calaveras de estilo mejicano, también decoradas de forma similar en el paseo de la Independencia. El caso es que publiqué algunas fotos realizadas con cámara digital en un grupo de aficionados a la fotografía, y suscitaron comentarios negativos por parte de algunos miembros del grupo. Entiendo que los comentarios negativos se referían a las obras de arte en la calle y no a las fotos. Me quedé sorprendido por la acritud de los mismos. No contesté nada.

Unos días después, paseando con una cámara de cajón y unos rollos de película, que comento en Cámara de cajón en una mañana soleada – Agfa Synchro Box con películas de sensibilidad media-baja, realicé unas nuevas fotografías de estos grandes bustos, algunas de las cuales ilustran la entrada.

Puedo entender que a alguien le gusten más o menos determinados estilos o expresiones artísticas. Entiendo que las personas son variadas. A unos les cuesta más y a otros menos adaptarse a las novedades estéticas, estilísticas o artísticas. Pero la acritud, la desaprobación áspera,… eso no lo entiendo. Además, deberíamos haber aprendido de la historia. Los pintores impresionistas despertaron la furia de los «críticos» y «entendidos» de la época. La denominación «impresiones» de sus obras empezó siendo negativa o despectiva, aunque luego la hicieran suya y se convirtiera en la marca del movimiento artístico. En los años 50 del siglo XX se censuraba el uso de pantalones vaqueros, en los años 60 el pelo largo en los chicos, en los años 70 los tatuajes eran cosa de marineros, patibularios y legionarios y estaba mal vistos… todos son ahora comunes. Incluso por las personas que ocupaban el mismo sector de la población que los censuraban en su momento. Deberíamos haber aprendido a que, no estando obligados a que nos guste todo, no tiene sentido enfadarse por los cambios. Y más en una época donde lo «políticamente correcto» hace raras las auténticas transgresiones. Que desde mi punto de vista, también vienen bien de vez en cuando para remover conciencias y sensibilidad. En fin. Que no aprendemos, que seguimos tropezando en las mismas piedras.

Algunas fotos más de los rollos de película de aquella mañana.

[Libro – historieta] Corto Maltés: Nocturno Berlinés – Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero

Literatura

Comentaba hace unas semanas cómo acabé trayéndome de Toulouse un cómic que me atrajo en una de las diversas librerías dedicadas a esta forma de literatura ilustrada. Pero a punto estuve de traerme dos. Allí me encontré también con un nuevo tomo de las aventuras de Corto Maltés, recientemente publicado. Y con un entorno a priori muy atractivo, el Berlín de la República de Weimar, ese malhadado régimen, que ahogaron entre todos, y que tan fértil resultó sin embargo para el mundo de las ideas, la cultura y las artes, a pesar de la sinrazón de los populismos e ideologías totalitarias que arrasaron en los años 30 y 40, y que todavía colean con excesiva fuerza. Pero no lo compré… entendí que era tontería.

El conocedor del personaje sabrá que su creador original, Hugo Pratt, nos abandonó, demasiado pronto, en 1995 con 68 años. Y que las nuevas aventuras que han comenzado a aparecer en 2015 están escritas por Juan Díaz Canales e ilustradas por Rubén Pellejero. Por lo tanto, el idioma original de las aventuras actuales del hijo de la La Niña de Gibraltar y de un marinero de Cornualles no es el italiano de Pratt, sino el castellano de Canales. Por lo tanto, poco sentido tenía comprar su traducción al francés, incluso si esta estaba ya disponible en el mercado, mientras que la versión en castellano no llegó hasta finales de octubre de este 2022. Es decir, cuando volví de vacaciones y fui a comprarlo me encontré que tuve que esperar casi un mes para tenerlo disponible, mientras que sus traducciones se vendían ya en diversos países europeos ¡¡¡???

Situada la acción entre Berlín y Praga en 1924, estamos en tiempos convulsos en los que las tensiones entre los revolucionarios comunistas y los ultraconservadores prusianos, con la amenaza de fondo del nazismo de Hitler, amenazan constantemente a la débil República de Weimar, así como las vidas de distintas figuras destacadas. Algunos de ellos buenos amigos de Corto, que acabará involucrándose en la búsqueda de los asesinos de uno de ellos. Por el medio, escritores como Joseph Roth, artistas de cabaret, rubias y guapas berlinesas,… en fin, todo lo necesario para gustar.

Sin embargo no he acabado de entrar del todo en la historia. Al Corto Maltés de Canales y Pellejero, por lo que he experimentado hasta ahora le falta algo de la chispa que le infundía Pratt. Y la historia es demasiado evidente, excesivamente maniquea. Cuando hay nazis por enmedio, es difícil establecer sutilezas; la perversión de las formas extremas de los totalitarismos arrasa como elefante por cristalería, sin dar lugar a los matices, al conflicto ético. Corto es un escéptico; pero no hay escepticismo que valga frente a los fascismos esenciales. Y luego, a pesar de las loas, muchas, que he visto hacia el tratamiento de la ilustración y del color que Pellejero otorga al álbum, constantemente he sentido que me equivoqué. Que fiel al expresionismo alemán de la época, debería haber adquirido la versión en blanco y negro. No lo sé… Igual es que soy muy raro. Son varias las opiniones que manifiestan su preferencia y recomendación por la versión coloreada.

En fin… cada cual deberá arriesgar para saber si va con él la aventura berlinesa del maltés. Muchos la alaban. A mí… me parece una oportunidad perdida, en un escenario que me parecía ideal para sacar a la luz las mejores virtudes del marinero universal. Y, eso sí, creo que más de la mitad del libro transcurre en Praga. No en Berlín. Pero eso no me parece un problema.

[Cine] Inu Oh [犬王] (2021)

Cine

Inu Oh [犬王] (2021; 61/20221204)

Probablemente, para los castellano parlantes, la transcripción más correcta del título japonés de esta película, 犬王, sería inuoo o inuō, el Rey de los Perros. Esa hache es lo que usan los angloparlantes para no pronunciar ou, lo que los japoneses hacen como un o larga. Pero bueno, el inglés es la lengua del imperio dominante… de momento. Cuando vi anunciada esta película de animación japonesa dirigida por Masaaki Yuasa he de reconocer que me intrigó. Pero a punto estuvo de escapárseme. Menos mal que una sesión matinal en versión original lo evitó. Es una película peculiar. Vamos a ver el porqué.

En el viaje del joven ciego desde el estrecho de Shimonoseki hasta la sede del poder, que podría ser Kamakura, donde se instaló el shogunato que surgió de la batalla naval mencionada, reconozco su paso por el Itsukushima-jinja, uno de los santuarios sintoístas más vistosos y visitados de Japón.

La película está inspirada en hechos reales. Una famosa batalla naval de hace 900 años, la batalla de Dan-no-ura, una lucha entre clanes rivales por el shogunato, que sucedió en el estrecho de Shimonoseki es el desencadenante lejano de los hechos. Tres siglos después, unos individuos contratan a unos pescadores para que se sumerjan en los restos de la flota perdedora para recuperar los símbolos del poder imperial hundidos con el bando perdedor. Y como consecuencia, el pescador muere y su hijo pierde la vista. Este decide vengarse, y se convertirá en un monje de los que narran sus historias acompañados de sus biwas. Paralelamente, los miembros de una compañía de teatro noh, asesinarán a los monjes que cuentan la historia del bando perdedor en aquella guerra. Pero de entre ellos, el hijo deforme de su lider se rebelará, se unirá al joven ciego, y juntos atraerán a las gentes con sus historias, uniendo la música de las biwas con el teatro nō, y dando lugar al favorito de las gentes, el Rey Perro, Inu-oh.

La primera mitad de la película me encantó. Con una animación elegante, muy expresiva, que varía en sus texturas y formas según lo que se cuenta y a quien se cuenta, nos va metiendo en la historia del hijo del pescador y el inicio de su búsqueda. Pero cuando en un momento dado se une al joven deforme,… la película entra en una espiral de anacronismos, que son, a la vez, visualmente fascinantes, pero acústicamente desconcertantes. La música que tocan los músicos es más propio del glam metal, que de la música propia de las biwas y el nō. Me pregunto si el personaje Inu-oh estará inspirado más por gente como Alice Cooper y similares que por el personaje histórico en el que se basa. La consecuencia, en mi caso, es un cansancio auditivo que me desconcentró de la película y casi me saca de ella.

No soy contrario a los anacronismos. Recuerdo lo frecuente que eran en una de mis series de anime favoritas, Samurai Champloo, y lo bien que le sentaban a una historia que era muy profundamente oriental, al remedar de alguna forma el célebre Viaje al oeste de la mitología budista. Pero en este caso, creo se cae en el exceso, y al mismo tiempo en la monotonía musical, frente a la vistosidad y la fantasía de la animación. Por lo tanto, mis sensaciones sobre la película son… raras. Y si al final le doy el aprobado en mi valoración subjetiva es por la brillantez de su animación y de sus imágenes. Pero no me atrevería a recomendarla con carácter general. En general, esta muy muy bien valorada por la crítica, y razonablemente bien valorada por el público afín a la animación. Pero no sé… a mí… lo dicho.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Recomendaciones fotográficas] Fraction Magazine y algunas cosas más

Fotografía

Creo que hoy no voy a dedicar mucho tiempo a esta entrada. Aunque no creo que salga mucho a la calle. El tiempo está muy desapacible. Lloviznea. La temperatura está por debajo de los 5 ºC. Así que no apetece mucho. Pero mi Capture One Pro me está dando mucha guerra. Creo que el catálogo se ha hecho demasiado grande. Así que voy a dedicarme a fraccionarlo en cataloguitos más pequeños. Por años. Por décadas más bien. Ahora mismo, se está configurando el de los años 1989 a 1999. En fin. Vamos con algunas recomendaciones fotográficas.

Fotos del viaje en Dacia 1310 por Rumania en 1995, que menciono más abajo en la entrada.

Hace unos años, una fuente interesante de recomendaciones fotográficas era Fraction Magazine. Y su primo asiático, Fraction Magazine Japan. Presentando periódicamente el trabajo de fotógrafos contemporáneos, era una forma de estar al día con las tendencias en fotografía. Las de verdad. Tendencias. No modas dictadas por las redes sociales o intereses comerciales. Pero no sé porqué, dejaron de aparecer sus actualizaciones en mis sistemas de alerta habituales. Recientemente me apareció en algún sitio la actualización del último número de Fraction Magazine Japan, dedicado a fotógrafos asiáticos. Y eso me llevó a buscar el último número de su primo occidental. No he tenido mucho tiempo para hojearlos virtualmente, pero me alegro de que hayan aparecido de nuevo. Y voy a asegurarme de que me aparezcan habitualmente.

Lenscratch es uno de los sitios que de alguna forma sustituyó a los anteriores, aunque no es lo mismo exactamente. Publica prácticamente todos los días de la semana. Y con frecuencia, cada semana es temática. Esta semana que termina hoy, la Germany Week, lo ha dedicado a nuevos fotógrafos alemanes. Pero no me han entusiasmado demasiado. Me pasa con frecuencia con los fotógrafos contemporáneos de esa nacionalidad. No acabo de conectar con ellos.

También Blind-Magazine es de los que han venido a sustituir a los mencionados antes. Pero en esta ocasión abarca fotógrafos contemporáneos, pero también fotógrafos clásicos. En cualquier caso esta semana me ha llamado la atención el artículo que han dedicado a la serie Inside Views de la fotógrafa francesa Floriane de Lassée. Fotografías nocturnas de larga exposición realizadas con cámara de gran formato, claramente inspiradas por Rear Window de Alfred Hitchcock, en las que aparecen paisajes urbanos, pero con escenas domésticas en las ventanas iluminadas de los edificios con personas en su interior. Son fotografías preparadas, claro, no es una mera actividad casual, de una acosadora visual. Con tiempos de exposición de hasta 30 minutos, no funcionaría. Me han gustado.

Otro recursos, Booooooom, apuesta más por fotógrafos poco conocidos, pero que consideran interesantes. De vez en cuando hay alguno que me llama la atención. En esta ocasión es una fotógrafa belga, Youqine Lefèvre, pero nacida en China en la época de la política de hijo único, que tan desastrosa fue para tantas niñas, abandonadas, entre otras cosas. Mezclando los documentos y las fotografías de la época en que sus padres la adoptaron con las fotografías que ella mismo ha tomado en China durante varios años, ha configurado un trabajo que me parece muy interesante. Tanto que me he encargado el libro.

Tengo muchas ganas de ver lo último del director surcoreano Park Chan-wook. Con más razón al estar interpretada la película por la actriz china Tang Wei, siempre interesante. Nos dicen que se estrena en España el 20 de enero de 2023. Viene pegando realmente fuerte, con numerosos premios en su país de origen, en Asia y en festivales occidentales. Y propuesta surcoreana para los Oscar, aunque no sabemos si acabará entre las candidatas. Muchos opinan que sí. En Booooooom se han sentido interesados por ella… y por su fotografía. Y nos han enseñado un muestrario de instantáneas de la película. Estoy por adelantarme al estreno… porque parece que se puede ver en Mubi. Eso sí… no aparece acreditado el foto fija que supongo será el autor de las fotos. Mal. Salvo que sean fotogramas extraídos del film.

Finalmente, procedente de Lensculture, me ha hecho gracia el artículo con las fotografías de Horatiu Sava, dedicadas al Dacia 1300, un clon del Renault 12 que durante los tiempos de la dictadura reinaba en las carreteras rumanas. Un coche absolutamente infame. Con una de sus variantes, un Dacia 1310, en 1995, tuve la oportunidad de recorrer el país. Una experiencia única y muy interesante. Pero lo que llegamos a aborrecer al maldito trasto. Y la cantidad de veces que pinchamos. Llevaba neumáticos con cámara… sip… con cámara. Y el negocio más boyante de las carreteras rumanas eran los vulcanizare, donde reparaban los neumáticos y sus cámaras. Ver para creer. En 1995.

[Cine] Xuányá zhīshàng 懸崖之上 [Cliff walkers] (2021)

Cine

Xuányá zhīshàng 懸崖之上 (2022; 60/20221127)

Con un título en mandarín que viene a significar Al borde del precipicio, no muy distinto en sentido del que han dado a la película para su distribución internacional, nos llegó hace unos días a la cartelera española una de las últimas películas del prestigioso director chino Zhang Yimou. Más prestigiosos por su pasado que por su presente, lleno de flirteos con los mandamases del régimen dictatorial del gigante asiático (y mundial). Pero siempre Zhang siempre ha tenido oficio a raudales, y una sesión matinal de domingo, una de las escasas en versión original que se han podido disfrutar en Zaragoza, fue una excusa perfecta para acercarnos a este trabajo.

Situada la acción en los años 30 del siglo XX, cuatro agentes del Partido Comunista Chino llegan desde la Unión Soviética para lanzarse sobre Manchukuo, la república títere de los japoneses en el nordeste de China. Su objetivo es liberar a un espía que ha sido detenido y que tiene conocimiento sobre los tejemanejes que los japoneses se llevan en este territorio. Pero hay topos que pondrán en riesgo su misión, que acabará siendo la de sobrevivir entre las numerosas trampas que les tenderán en las calles de Harbin.

No he visitado Harbin… Shanghái tendrá que ser.

Vayamos a lo positivo en primer lugar. El diseño de producción, la fotografía, el sonido… todos los apartados técnicos, así como algunas de las facetas artísticas de la película son de primer orden. Algo que era de esperar. Un director que ha demostrado de sobra sus capacidades para mover abundantes recursos en espectáculos visualmente muy atractivos, en el cine y en otras áreas, no falla. Ya he mencionado los buenos términos en los que parece estar con el régimen político, así que financiación no le faltará. Y además, cuenta con un reparto, desconocido en estos lares, pero evidentemente de gran solvencia interpretativa. Mucho positivo.

Pero se pierde en las formas, ya que estas están al servicio de una historia que ya hemos visto, y que se ve mejor servida de un tratamiento argumental austero, incidiendo en los aspectos psicológicos del riesgo de los protagonistas. Vamos. Que lo que necesita es a Hitchcock para el suspense con un poco de Wilder para la acción y el ingenio. Pero Zhang opta por elaborar una trama complicada en la que no es difícil perderse, con un exceso de dispersión en subtramas para cada grupito de personajes que pululan por la peligrosa Harbin. Y esto hace que al final te quedes con la sensación de que hay mucho ruido para pocas nueces.

Se ha acusado a la película de ser un objeto propagandístico del régimen chino, glorificando a los valientes y osados agentes del PCCh contra las fuerzas fascistas… Y sí,… por qué no. Pero eso sucede con el 95 % de las películas bélicas y de espías de las cinematografías mundiales, incluidas la de los Estados Unidos. Glorifican lo propio y convierten en villanos a los enemigos de forma simplona y descarada. Incluidas muchas de las grandes películas de la historia de cine. Oye tú… que Casablanca fue concebida como película propagandística en tiempos de guerra. Por supuesto, los villanos de la historia son los japoneses. Porque objetivamente hablando, los japoneses hicieron barbaridades en Manchuria. Aunque no aparecen en el filme. No sé si no querían sacar a gente hablando en japonés, o no hubo nadie en Japón dispuestos a participar, pero entiendo que los malos que aparecen en la película son el ejército y las fuerzas de seguridad chinos del gobierno títere de Manchukuo.

En fin… ¿es recomendable? Pues no está mal. Se deja ver. Pero podría haber sido mejor.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; animación gamberra y animación de chicas

Televisión

Vamos con una ronda de animación. Dos series de animación japonesa, una actual y otra de hace una década, y una de animación norteamericana, una segunda temporada.

Kimi no todoke 君に届け [algo así como acercándome a tí, creo] es una serie que he visto como consecuencia de una provocación externa. Fui desafiado a tragarme una serie de chicas, puramente de chicas. Una de las estereotípicas de lo que en el anime se llama género shōjo 少女 (literalmente, chica, pero no niña; adolescente). Emitida originalmente en su país de origen entre 2009 y 2011, elegí esta por que está en Netflix, y es muy valorada. También porque me recordó a alguna serie actual que me parece simpática. Se basa en un manga, y ha tenido otras adaptaciones al cine o a la televisión de acción real. Esencialmente va sobre una joven de instituto que tiene dificultades para relacionarse con sus compañeros que además la apodan Sadako (su nombre es Sawako 爽子) por su parecido con un personaje de películas de terror. La primera temporada no está mal, porque narra el proceso por el que va aprendiendo a relacionarse con otros compañeros haciendo amistades. Pero la segunda se centra en un romance con un chico de clase… y es bastante enojoso. Además, odio el recurso constante a la voz en off, que parece propio del género, por ser translación de lo que en el manga sería la transcripción de los pensamientos de la chica. Sinceramente, al final, ni fu ni fa. Obviamente muy orientada a un grupo demográfico muy concreto. Y con unos valores muy determinados que, aunque bien intencionados, pueden resultar rancios. Reflejo de un conservadurismo profundo en la sociedad nipona. No se la recomendaría a chicas de mi entorno que preguntasen. Pero en su momento, a su público le encantó, por lo que se ve.

Coincidió que cuando empecé con la anterior entró en la parrilla de Netflix Romantic killer (título original en inglés aunque sea anime japonés). Su protagonista también es una chica de instituto. Pero esta no es retraída ni tiene problemas de comunicación, simplemente pasa de liarse con chicos, y prefiere ir a lo suyo estudiando, comiendo chocolatinas, jugando a videojuegos y en compañía de su gato. Hasta que una especia de hada interfiere obligándola a lidiar con posibles novios. Aunque tiene un destinatario demográfico similar a la anterior es mucho más moderna y divertida. En primer lugar porque la chica nunca renuncia a un papel activo en las relaciones, a mantener su personalidad o tomar iniciativas si lo cree conveniente. Y en segundo lugar porque es una serie mucho más dinámica y divertida, y en la que no tienen que recurrir a voces en off y vida interior para mostrar cómo es y como piensa la chica. En incluso tiene su trama de misterio y acción. Parece que no se ajusta al estereotipo. Supongo que tendrá temporadas posteriores que, si mantienen el tono, serán muy visibles. También basada en un manga.

Y finalmente vamos a una segunda temporada de una serie de animación adulta y gamberra, relativamente transgresora. Inside job, la serie sobre una agencia secreta que lleva a cabo en la realidad todas esas acciones que la gente considera delirios conspiranoicos. Saben quién mató a Kennedy y por qué, dónde está Elvis, quienes son y dónde están los reptilianos, cómo se engañó a la gente haciéndole creer que alguien ha ido en alguna ocasión a la Luna, y controlan los entresijos del poder. Y son rivales de los Illuminati. Lo que pasa es que, a pesar de ser tan poderosos, son tan desastrosos como la T.I.A. de Mortadelo y Filemón. Pero a lo grande. Y con estilo. Su protagonista es una mujer joven, Reagan (Lizzy Caplan, voz), probablemente la más inteligente de todos los personajes que salen, pero que sufre las consecuencias de su desastrosa familia, de su desastrosos entorno y de su errático comportamiento. Lo cierto es que me parece una serie divertidísima, salida de la cabeza de Shion Takeuchi (norteamericana, aunque tenga ascendencia japonesa; supongo que no es casual que Reagan tenga una madre japonesa), que, con menor responsabilidad, ha participado en los equipos de guionistas de otras series y largometrajes animados muy interesantes. Consideradme fijo a las futuras temporadas de la serie mientras se mantengan.

[Fotocomentario] El color de las estaciones y el cristal con que se mira

Fotografía

Decía Campoamor, un poeta realista del siglo XIX y hoy en día poco apreciado, aquello de que

«Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
todo es según el color
del cristal con que se mira.»

Ramón de Campoamor, Doloras, 1846.

Y sin embargo, habitualmente asignamos determinados color a las estaciones del año. La primavera es la estación verde, puntuada aquí y allá por las notas de color de las flores. El verano es el amarillo de los trigales listos para la siega, del estío. El otoño son los colores cálidos, ocres, rojizos, de las hojas a punto de caer… incluso si este tipo de árboles son más propios de la América del norte o del Asia oriental que de la Europa occidental. El invierno es frío, azulado, o gris azulado. y con eso nos quedamos. Satisfechos de saber la estéticas del momento.

Sin embargo… eso no es necesariamente así. Ya he cuestionado los colores del otoño. Salvo que subamos a las montañas, a algún bosque de hoja caduca como un hayedo, en los valles, en las mesetas, donde dominan olmos, chopos, álamos,… rara vez estos adquieren esos colores ocres rojizos. Los vemos verdes, amarillean… y en cuanto llega noviembre con las lluvias y algún vendaval, caen y desaparecen. Esa es la realidad de los campos. Y no digamos ya si intentamos reflejar el paisaje con las limitaciones físicas de los sistemas ópticos y de registro de la luz.

En las fotografías que os traigo, y cuyo comentario podéis encontrar en Fotografía instantánea y dominantes de color (deseadas o no) – Fujifilm Instax SQ6 con Instax Square Black Frame, cualquier diría que reflejan unos paisajes propios de un frío invierno. Y sin embargo corresponden a un templado otoño… pero al caer la tarde, cuando ya el sol no tiene fuerza para imponer el color de su luz, y la bóveda azul del cielo impone sus tonos fríos. Engañándonos. Y engañando al medio fotográfico y al espectador. Es el cristal con el que miramos el que determina el color del mundo. Y muchas veces no lo elegimos, y así, no entendemos que el mundo lo vemos con colores equivocados. Y así, no distinguimos con precisión lo que es verdad y es mentira.

[Libro – historieta] Saga volumen 10 – Brian K. Vaughan y Fiona Staples

Literatura

Después de dejar saldada mis deudas con las Paper Girls y revisitar recientemente el universo de Valerian y Laureline, después de mis vacaciones de principios de otoño cogí carrerilla con la cosa de leer historietas, o cómics, como prefiráis llamarlos, para mí son lo mismo, y con gran ilusión me agencié el último volumen publicado de las aventuras de Hazel y su familia en Saga.

No sabía muy bien cómo ilustrar esta entrada… así que sigo con fotos del rollo de película que presenté ayer.

Esta serie de aventuras espaciales escrita por el notable Brian K. Vaughan y exquisitamente ilustrada por Fiona Staples, entró en pausa tras la publicación en 2018 del volumen 9, que daba por cerrado el gran arco argumental que comenzó con el nacimiento de la niña protagonista, y que terminó con… bueno, no lo voy a destripar por si estáis interesados, pero con algún triste acontecimiento. Probablemente entre lo más destacado de mis aventuras espaciales favoritas, este alegato antibélico y en pro de la convivencia y la diversidad, pero muy para adultos, y sin concesiones a la placidez argumental y a la autocomplacencia, ahora ya sabemos que el segundo gran arco argumental también será de nueve volúmenes, uno al año si no surgen inconvenientes, y que terminará por lo tanto en 2030. Buff,… Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho.

Comparado con otros volúmenes de la serie, la trama argumental de este es relativamente tranquila, es decir, no es tranquila en absoluta, sólo lo parece, y nos sigue sumergiendo en un universo en el cual, como si se tratase del mismísimo planeta Tierra de nuestro universo, no te puedes fiar de casi nadie. Sean de la especie que sean los personajes de la historia, su comportamiento es tremendamente humano. Y tras un período de precariedad, pero de salir adelante, Hazel y su familia volverán a encontrarse en el punto de mira de muchas partes interesadas en que desaparezcan. Para siempre. De ese universo y de cualquier otro. Los temas no han cambiado. Y el tono se mantiene. Al igual que la excelencia en los guiones y en la ilustración. Definitivamente, se podría decir que en su conjunto, si no es una obra maestra, le falta poco.